El rápido crecimiento de las ciudades y el consiguiente auge de la construcción ha provocado un crecimiento sin precedentes de la extracción de arena.
actualidad.rt.-
La concentración de la población mundial en ciudades es una
tendencia creciente.
Según cifras de la
ONU, el número de personas que viven actualmente en zonas urbanas se
ha cuadriplicado desde 1950 y se sitúa actualmente cerca de los
4.000 millones. Así, más de la mitad de la
población mundial vive en ciudades y, si este
ritmo se mantiene, otros 2.500 millones lo hará en las próximas
tres décadas.
Esta
expansión sin precedentes requiere de grandes cantidades de una
materia prima que vemos constantemente a nuestro alrededor y que
actualmente es imprescindible para
la elaboración del hormigón con
el que se construyen desde los edificios de apartamentos y bloques de
oficinas hasta las carreteras o las aceras: la arena.
Una crisis mundial de la que nadie quiere hablar
Los
datos hablan por sí solos. Según un informe del
Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), la
explotación de arena y grava se lleva a cabo en todo el mundo y
representa el mayor volumen de extracción de materiales sólidos a
nivel mundial. Asimismo, estas materias primas son las más
consumidas en el planeta después del agua y representan
aproximadamente un 70
- 80% de los 50.000 millones de toneladas de
materiales extraídos cada año.
Formadas
a partir de procesos erosivos que requieren miles de años, en la
actualidad, tanto la arena como la grava, se explotan mucho más
rápido de lo que se regeneran, y los efectos negativos sobre el
medio ambiente ya son visibles en todo el mundo.
Los
ambientalistas coinciden en su valoración. Se trata de una crisis
mundial de la que nadie quiere hablar. El informe del PNUMA
apoya sus tesis: el volumen de extracción de arena está teniendo
un grave
impacto en los ríos, deltas, así como en los ecosistemas costeros y
marinos,
provocando la partida de tierras a través de la erosión de los ríos
o las costas, la disminución de los niveles freáticos y la
reducción del suministro de sedimentos.