Los residentes de la localidad de Tagajo, en la prefectura de Miyagi, al norte del país, grabaron la llegada del tsunami al río Sunaoshi, que invirtió temporalmente su corriente.
Tras el terremoto las autoridades niponas declararon una alerta de tsunami por olas de hasta tres metros de altura, aunque el oleaje afortunadamente no superó los 1,4 metros y algunas horas después del primer movimiento telúrico se levantó la alerta. Además se registraron varias réplicas, siendo la más fuerte de una magnitud de 5,4.