Ginebra/Saná – El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) está sumamente preocupado por la situación en la ciudad de Taiz, donde han tenido lugar intensos enfrentamientos durante varios días.
"Los civiles están atrapados entre los disparos de los francotiradores y los bombardeos indiscriminados. Hay cadáveres en las calles, y los pobladores no pueden satisfacer sus necesidades básicas. La situación es desesperante", dijo el jefe de la delegación del CICR en Yemen, Alexandre Faite.
El sufrimiento que los últimos enfrentamientos han causado a la población civil se añade a meses de graves restricciones impuestas a la vida diaria de los pobladores, que han afectado su libertad de movimiento y su acceso a los bienes básicos, como los alimentos y el agua.
"Ya hace más de un año que Taiz está aislada del resto del mundo. En algunas partes de la gobernación, las personas no han tenido acceso a la electricidad ni al agua corriente durante todo este tiempo", dijo el señor Faite.
"Ya hace más de un año que Taiz está aislada del resto del mundo. En algunas partes de la gobernación, las personas no han tenido acceso a la electricidad ni al agua corriente durante todo este tiempo", dijo el señor Faite.
Los principales hospitales de Taiz han informado que recibieron un promedio de 200 heridos en las últimas 72 horas. Numerosos pacientes presentaban heridas por explosión. Muchos de ellos debieron ser sometidos a una amputación de los miembros inferiores.
El sufrimiento humano en Taiz ha alcanzado un punto crítico: el CICR insta a todas las partes en el conflicto a que respeten y preserven la dignidad humana También apela a la buena voluntad de todas las partes sobre el terreno en Taiz para que cumplan su responsabilidad de recoger a los heridos y a los muertos, así como de proteger las escuelas, los hospitales y las zonas de viviendas.
El sufrimiento humano en Taiz ha alcanzado un punto crítico: el CICR insta a todas las partes en el conflicto a que respeten y preserven la dignidad humana También apela a la buena voluntad de todas las partes sobre el terreno en Taiz para que cumplan su responsabilidad de recoger a los heridos y a los muertos, así como de proteger las escuelas, los hospitales y las zonas de viviendas.