Junto a Mustelier, cuyo talento para evadir la justicia de valió el apodo de “El Fantasma”, José Pineda Castro y Yamilé Díaz Bernal fueron acusados de conspirar para cometer delitos, incluyendo el robo de dos joyerías en Hialeah, así como el intento de robo de una tercera.
La saga criminal de Mustelier se extendió durante casi tres décadas e incluye intentos de asesinato, extorsión, así como uno de los robos de banco más espectaculares en la historia de Miami.
La condena a Mustelier está prevista para ser dictada el próximo 19 de julio. Tanto “El Fantasma” como sus cómplices enfrentan penas de hasta 20 años de cárcel.
De acuerdo a registros judiciales, entre el 30 de mayo del 2015 y el ocho de agosto del 2016, Mustelier, Pineda Castro y la esposa de este, Díaz Bernal, conspiraron para robar dos joyerías en Hialeah.
El tercer robo fracasó cuando Pineda Castro cortó accidentalmente el cable que suministraba electricidad al centro comercial donde estaba la joyería.
Su modus operandi era similar en todos los casos: “Cuando estaban listos para cometer el robo, entraban al negocio adyacente la noche previa”, describe una comunicado de la Fiscalía. “Entonces abrían un boquete desde el negocio adjunto y se preparaban para entrar a la joyería cuando llegaban los empleados a la mañana siguiente”.
Luego el grupo irrumpía en la joyería con las caras ocultas y apuntando a los empleados, agrega el comunicado.
“Entonces esposaban a los empleados y ponían las joyas en bolsas de lona grandes”, prosigue el documento oficial.
Fue un informante quien ayudó a los investigadores a capturar a la banda al grabar una conversación entre Pineda Castro y Díaz Bernal.
“En esa conversación,” dice el comunicado, “la pareja implicó a Mustelier”.
Pineda Castro, sin saberlo, llevó a los investigadores a la misma puerta de la residencia de Mustelier. “Ahí, encontraron, entre otras cosas, pasamontañas, armas, esposas y joyas pertenecientes a las dos joyerías que habís sido robadas como parte de su conspiración en curso”, señala la descripción.
Además de ser uno de los delincuentes más buscados, a Mustelier se le vinculaba a varios asesinatos por encargo de narcotraficantes en la década de 1980.
“Cuando revisamos sus antecedentes nos dimos cuenta que fuimos a pescar un mero, y atrapamos una ballena”, dijo Carl Zogby, vocero de la policía de Hialeah.
