Activistas de Greenpeace se enfrentaron al buque ucraniano, More Sodruzhestva, en protesta a la pesca intensiva de krill en la Antártida. Escalaron la nave para desplegar el mensaje: Protege la Antártida y encadenaron al ancla una cápsula de supervivencia donde permanecieron dentro en resistencia pacífica para evitar que pesquen en una zona propuesta como santuario marino.

Mauricio
Ceballos, vocero de Greenpeace por un santuario en la Antártida, dijo “Nuestros
activistas están dispuestos a hacer resistencia sobre las aguas congeladas
de la Antártida para frenar la explotación de una de las áreas más puras
del planeta. Los barcos que pescan krill no deben estar pescando en zonas donde
la fauna busca su alimento. Tampoco deben pescar en aguas propuestas como
santuarios marinos.”

A través de
esta acción, Greenpeace hace un llamado a la industria pesquera de krill para
que asuma su responsabilidad de salvaguardar las aguas y la vida silvestre de
la Antártida y deje de pescar en zonas propuestas como santuarios marinos. (1)
Asimismo, la organización ambientalista está pidiendo
colaboración internacional entre los gobiernos de los países que integran la
Comisión del Océano Antártico (CCRVMA) para la creación de un santuario en este
océano de más de 1,8 millones de km2, que se convertirá en el área protegida
más grande del mundo.
Nota:
El Krill, el
tesoro de la Antártida
Un crustáceo
de no más de 5 centímetros es el principal sustento de la red alimentaria del
Océano Antártico. El cambio climático y el crecimiento de la explotación
pesquera de empresas de Chile, Noruega, China, Corea del Sur y Ucrania amenazan
al krill y ponen en peligro a la Antártida.

“La explotación pesquera le arrebata a las especies de la Antártida,
como pingüinos y ballenas, su principal fuente de alimento y pone en riesgo a
la biodiversidad del lugar, ya que pueden ocurrir encallamientos, derrames de
petróleo e incendios.” señaló Mauricio Ceballos, miembro de la campaña
por la Antártida de Greenpeace.
El krill es un crustáceo que alimenta a casi toda la red alimentaria en
la Antártida. Su pesca tiene como objetivo la venta del aceite en Omega 3,
principalmente a las industrias farmacéuticas, acuicultura y alimento de
mascotas.
Su valor comercial está por encima de los 200 millones de dólares y
en 2021 se espera duplique. Cinco países cuentan con buques pesqueros en el
continente blanco; Chile, Noruega, China, Corea del Sur y Ucrania,
específicamente en un área propuesta como santuario para proteger el ecosistema
marino frente a los impactos del cambio climático y la sobrepesca.
Luego de una expedición de tres meses, Greenpeace reveló que la
capacidad pesquera en el Océano Antártico está ocurriendo a 30 km alrededor de
la costa, cerca de los epicentros de biodiversidad, que incluye a las colonias
de pingüinos y las zonas de alimentación de ballenas. Según las pruebas
recolectadas, durante cinco años se mostró un patrón de pesca cada vez más
cercano a la costa.
Asimismo, el panorama se agravia por el factor del cambio climático.
Ceballos explicó que “dentro de este contexto se suma el impacto del cambio
climático sobre la zona, que enfrenta a las especies, incluido el krill, a un
futuro incierto ya que su supervivencia depende del hielo. En los últimos 50
años la temperatura en la Península Antártica experimentó un aumento de
temperatura de aproximadamente 3°C.”
Greenpeace
está pidiendo colaboración internacional entre los gobiernos de los países que
integran la Comisión del Océano Antártico para la creación de un santuario en
este océano de más de 1,8 millones de km2, que se convertirá en el área
protegida más grande del mundo. Además, está apoyando propuestas para la
protección de la Península Antártica y otros lugares, como parte de una campaña
para crear una red de santuarios marinos que abarque al menos un 30% de los
océanos del mundo para el 2030.


Barcos de pesca de krill en la
Antártida - Barcos de pesca de krill en las cercanías de Trinity Island.
Greenpeace está realizando investigaciones científicas y documentando la fauna
única de la Antártida, para fortalecer la propuesta de crear la mayor área
protegida del planeta, un Santuario del Océano Antártico. - © Daniel Beltrá /
Greenpeace