actualidad.rt.- Huawei Technologies busca convertirse en la número uno del mundo del sector de las telecomunicaciones: ha invertido miles de millones de dólares en tecnología 5G y posee el 10% de las patentes esenciales para todas las nuevas tecnologías de transmisión de datos en los mercados nacionales e internacionales, según Bloomberg.
Sin embargo, las acusaciones de espiar a
Gobiernos occidentales que EE.UU. vertió contra el gigante chino lo ha puesto
en una situación difícil; algo que pone de manifiesto la guerra
comercial y tecnológica entre ambas naciones, que hasta ahora
parecía no estar latente.
Además de las repercusiones políticas que
ha generado el caso de Meng Wanzhou,
directora financiera de Huawei, arrestada en Canadá el pasado 1 de
diciembre bajo petición de EE.UU., las acciones de Washington ha ido más allá.
En ese mismo mes, expertos
estadounidenses en seguridad nacional dijeron al Comité de
Inteligencia del Senado que recomiendan a los ciudadanos de EE.UU. no usar
productos o servicios del fabricante chino, rival
de Apple en el mercado. Los altos cargos expresaron su
desconfianza sobre Huawei y la compañía de telecomunicaciones china ZTE.
El informe de EE.UU. sobre "amenazas a la seguridad nacional" planteadas por Huawei y ZTE. / / |
Esta situación le ha traído grandes problemas
a la multinacional dentro del mercado global de las telecomunicaciones, en
medio del desarrollo de sus redes 5G y de las nuevas infraestructuras en las
que está interesada.
Huawei,
Sony Ericsson y Nokia, son considerados los
fabricantes líderes en el desarrollo de este tipo de redes. Según la compañía
de investigación IHS Markit,
se calcula que para el 2022, la facturación del mercado móvil 5G alcanzará
los 11.000 millones de dólares, la mayoría de los
cuales llegarán a las arcas de la empresa que logre mayor cobertura.
Un conflicto no tan reciente
Los roces entre Huawei y EE.UU. comenzaron
en el 2003, cuando el fabricante de equipos para redes, Cisco
Systems, demandó a
la multinacional China por violar sus patentes y
robar el código fuente del 'software' de sus enrutadores y
conmutadores. En el 2004, la parte demanda eliminó estos elementos de sus
equipos, cerrando el caso.
En el 2012, el Congreso norteamericano señaló
a los fabricantes chinos como amenazas potenciales para la seguridad del país
debido a su relación con el Gobierno chino. En el 2014, las empresas Motorola
y T-Mobile US la
denunciaron por robo de propiedad intelectual y tecnología,
respectivamente.
2018: Trump contra Huawei
En enero del año pasado, AT&T se negó a
vender teléfonos inteligentes Huawei en la víspera de la firma de un acuerdo,
algo que obligó a este empresa a entablar negociaciones con otros operadores
estadounidenses.
En abril, Huawei anunció un pacto con Hewlett
Packard Enterprise para el desarrollo de tecnologías de redes de área
extensa (SD-WAN). No obstante, la firma norteamericana negó tal
asociación y cualquier otra similar.
En agosto, el presidente de EE.UU., Donald
Trump, firmó una ley que prohíbe el uso de dispositivos chinos a funcionarios
gubernamentales, contratistas y agencias. Además, el Pentágono privó a
las empresas minoristas que sirven a bases militares, vender
dispositivos Huawei y ZTE.
Repercusiones a nivel mundial
Otros países se están uniendo al boicot contra
Huawei, liderado por EE.UU. De acuerdo con
Bloomberg, esto podría capitalizarse en la pérdida de miles de millones de
dólares: Europa, Oriente Medio y África representan el 27% de los ingresos de
la compañía.
Reuters: Trump podría declarar emergencia nacional y prohibir la compra de equipos de Huawei y ZTE |
El vicepresidente de la Comisión Europea,
Andrus Ansip, advirtió a los países de la UE tener cuidado con los proveedores
chinos y acusó a Huawei de instalar puertas traseras ('backdoors') para espiar
a los usuarios.
En países como Alemania, Francia, el Reino
Unido o Japón el grupo British Telecom (BT) hizo público que abandonaba el uso
de equipos de esta firma en su red de telefonía móvil.
Además, otras naciones como Australia y Nueva
Zelanda han rechazado los equipos de esta compañía. Por su parte, desde Praga
declararon que tanto el material como el 'software' de la firma china
representan una amenaza para su seguridad.
Sergio Perez - |
Huawei se defiende
Los representantes de la compañía niegan
completamente cualquier alegato de cooperación con las
autoridades chinas y reiteran que Huawei funciona de manera independiente. La
empresa ha hecho hincapié en que sus productos utilizan los mismos componentes
que los fabricantes estadounidenses, y el boicot, según ellos, tiene
motivaciones políticas.
En diciembre del 2018, Hu Houkun, presidente
rotativo de la firma, aseguró que
poner en una lista negra a la compañía sin ninguna evidencia perjudica y
retrasa el desarrollo de la tecnología 5G en todo el mundo. Advirtió además que
los intentos de eliminar a Huawei del mercado internacional pueden ir
acompañados de graves consecuencias para el mismo.
Ren Zhengfei, fundador de Huawei
Technologies, se dirigió a los medios por primera vez en varios años
este 15 de enero y desmintió que su compañía haya estado ayudando al Gobierno
chino a espiar. Afirma también que no mantiene contactos regulares con Pekín ni
hará nada "para dañar al mundo".
Los expertos opinan
Nikhil Bhatra, analista de la empresa de
investigación de mercados, International Data Corporation, cree que
sin la participación de Huawei solo habrá dos proveedores de equipos 5G: Nokia
y Ericsson, lo que llevará a una competencia más débil, precios
más altos y un desarrollo del mercado más lento.
Andrew Kitson, analista de la compañía de
telecomunicaciones, medios y tecnología, Fitch Solutions, también considera que
hay motivos políticos detrás de las acusaciones
contra Huawei, y la prohibición puede ser beneficiosa para otros proveedores
que no compiten con los fabricantes chinos.