En la débil constelación austral
de Antlia (la Máquina
Neumática) el atento observador con binoculares detectará una estrella
muy roja, cuyo brillo varía ligeramente una semana tras otra.
Esta estrella
fuera de lo común se llama U
Antliae y
nuevas observaciones con el Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA) están revelando
una envoltura esférica notablemente delgada en torno a esta.
U Antliae [1] es una estrella de carbono, evolucionada, fría y
luminosa, de la rama asintótica gigante. Hace unos 2.700 años atrás,
U Antliae pasó por un corto período de rápida pérdida de masa. Durante este
período de unos cientos de años, el material que constituía la envoltura
observada con los nuevos datos de ALMA fue expulsado a gran velocidad. Un
análisis más detallado de esta envoltura, también muestra evidencias de
delgadas y menudas nubes de gas, conocidas como subestructuras filamentosas.
Lograr esta espectacular vista fue
posible dada la capacidad única para crear imágenes nítidas a múltiples
longitudes de onda que proporciona el radiotelescopio ALMA, ubicado en el llano
de Chajnantor, en el desierto de Atacama, Chile. ALMA puede ver una estructura
mucho más fina de la envoltura de U Antilae, con respecto a lo que se había
podido realizar anteriormente.
Los nuevos datos de ALMA no son solo
una imagen; ALMA produce un conjunto de datos tridimensionales (un cubo de
datos) y cada parte es observada en una longitud de onda ligeramente diferente.
Esto es el efecto Doppler, que significa que distintas
porciones del cubo de datos muestran imágenes del gas moviéndose a distintas
velocidades acercándose o alejándose del observador. Esta envoltura también es
notoria, ya que es simétricamente muy redonda y también marcadamente fina. Al
visualizar las distintas velocidades podemos dividir esta burbuja cósmica en
partes virtuales, tal como lo hacemos en la tomografía por computador o con el
cuerpo humano.
Entender la composición química de las
envolturas y atmósferas de estas estrellas, y cómo estas envolturas se forman
por la pérdida de masa, es importante para comprender apropiadamente cómo
evolucionan las estrellas en el Universo primitivo, y también cómo evolucionaron
las galaxias. Las envolturas tales como la que rodea a U Antliae muestran una
rica variedad de compuestos químicos en base a carbono y otros elementos.
También ayudan a reciclar la materia, y proporcionan hasta el 70% del polvo
entre las estrellas.
Notas
[1] El nombre U Antliae refleja
el hecho de que esta es la cuarta estrella que cambia su brillo en la
constelación de Antlia (la Máquina Neumática). La denominación de tales
estrellas variables siguió una complicada secuencia, a medida que se
encontraban más y más, y está explicado aquí.