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- JENNIFER
DELGADO-
Si
este juego de palabras te resulta familiar es probable que sufras lo
que se conoce como “sensibilidad
ansiosa”,
un término acuñado en el año 1985 pero que en realidad se refiere
a una condición tan antigua como el ser humano mismo.
Se
trata del miedo a la ansiedad,
un problema que puede llegar a arruinarte la vida si no lo detectas y
detienes a tiempo. De hecho, estudios publicados en la Biological
Psychiatry y
la Behaviour
Research and Therapy indican
que la
sensibilidad ansiosa es un importante factor de riesgo para la
aparición de la depresión y
el trastorno de pánico.
¿Qué caracteriza la sensibilidad ansiosa?
Las
personas que sufren sensibilidad ansiosa le
temen a los síntomas físicos que acompañan la ansiedad, como
la aceleración del ritmo cardiaco, los mareos, la sensación de
ahogo, las náuseas y los temblores. Obviamente, estas sensaciones no
son agradables pero las personas que tienen una baja sensibilidad a
la ansiedad pueden lidiar mejor con ellas, pues comprenden que no son
perjudiciales ni peligrosas.
Al contrario, para quienes padecen sensibilidad ansiosa esos síntomas son la antesala de una debacle inevitable.“El que teme sufrir ya sufre el temor” —Proverbio chino
Estas
personas tienden a magnificar las posibles consecuencias de los
síntomas de la ansiedad,
lo cual les hace encerrarse en un círculo vicioso de preocupación y
miedo que termina agravando las sensaciones físicas.
¿Cómo saber si padeces sensibilidad ansiosa?
Existen
algunas pistas que te permitirán saber si eres extremadamente
sensible a la ansiedad:
Tienes miedo a los síntomas físicos que acompañan a la ansiedad
Crees
que representan
una amenaza aunque estén causados por situaciones perfectamente
normales,
como la aceleración del ritmo cardiaco que se puede producir al
beber café o correr demasiado.
Tienes tendencia a interpretar las sensaciones angustiosas como catastróficas
De manera
que, para ti, el aumento del ritmo cardíaco, por ejemplo, es una
señal de que estás a punto de tener un infarto.
Sufres ataques de pánico
Estos
suelen ser el resultado
de la puesta en marcha del autoescrutinio que desencadena la
sensibilidad ansiosa. De
hecho, cuanto más miedo tengas a los síntomas, más probable será
que reacciones con pánico.