muhimu.es - por VALERIA HIRALDO.- La que era una atracción turística de primer orden hoy se está convirtiendo en una simple área desierta.
El lago Urmía es un lago salado del Azerbaiyán iraní, al noroeste de Irán.
Su superficie es de 5.200 km²; tiene una longitud máxima de 140 km y una anchura máxima de 55 km. La profundidad máxima es de 16 m.
El lago recibe el nombre de la ciudad de Urmía, nombre siri que quiere decir “ciudad de agua”.
YA NUNCA MÁS.
YA NUNCA MÁS.
El efecto del cambio climático ha tenido especial incidencia en él. Según los expertos el lago ha disminuido la cantidad de agua que poseía hace veinte años y el dato es aterrador: contiene solo el 5% del agua. Sus causas son las de siempre: sequías prolongadas, calentamiento global, despilfarro de agua y unas agresivas políticas medioambientales.
Como podemos ver en la siguiente imagen, a día de hoy el lago se ha convertido en un páramo salino en el que ya no quedan ni aves ni turistas:
Desde 1977 este lago pertenece a la reserva de la biosfera de la Unesco lo que provoca aún mayor descontento por la población de Urmía porque a pesar de ello, no frenan su desaparición
Como podemos ver en la siguiente imagen, a día de hoy el lago se ha convertido en un páramo salino en el que ya no quedan ni aves ni turistas:
Desde 1977 este lago pertenece a la reserva de la biosfera de la Unesco lo que provoca aún mayor descontento por la población de Urmía porque a pesar de ello, no frenan su desaparición
. Están en pie de guerra exigiendo al gobierno que ponga medidas que permitan rescatarlo.
Y no sólo eso. A parte de su escalofriante imagen, la sequía provoca tormentas de sal que llenan la tierra de partículas tóxicas, las cuales destruyen cultivos y obligan a los campesinos a emigrar en busca nueva tierra fértil. Por si esto fuera poco, la super contaminación salina del aire provoca muchos efectos nocivos en la salud de la población.