Francisco nombró en junio pasado a un nuevo presidente del banco del Vaticano e instauró una comisión para investigar a la entidad. (Foto: noticiaaldia.com) |
teleSUR-AFP-BBC-EFE/kg - FC. - El papa Francisco aprobó este jueves nuevas medidas para fortalecer la supervisión de las transacciones financieras del banco del Vaticano y así luchar contra el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo.
Según ha informado la Santa Sede en un comunicado, estas nuevas medidas, aprobadas a través de un Motu Propio (documento papal), suponen una continuación de las ya aprobadas en materia de "prevención" y lucha contra actividades ilegales en terreno financiero y monetario por el anterior papa Benedicto XVI, el 30 de diciembre de 2010.
Entre las medidas figura la constitución del Comité de Seguridad Financiera vaticano, que coordinará a las autoridades competentes de la Santa Sede y el Estado de la Ciudad del Vaticano en estas cuestiones y que estará presidido por el asesor para los Asuntos Generales de la Secretaría de Estado, Bryan Peter Wells.Según ha informado la Santa Sede en un comunicado, estas nuevas medidas, aprobadas a través de un Motu Propio (documento papal), suponen una continuación de las ya aprobadas en materia de "prevención" y lucha contra actividades ilegales en terreno financiero y monetario por el anterior papa Benedicto XVI, el 30 de diciembre de 2010.
El texto atribuye una nueva función de "vigilancia prudencial" a la Autoridad de Información Financiera (AIF) del Vaticano, que implica que deberá "controlar y aprobar el modelo de actividad de las instituciones bajo su control", que incluyen al Instituto de Obras para la Religión (IOR), el Banco Vaticano, según ha explicado el portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi.
Este decreto, recomendado por un equipo de asesores, es la última de una serie de medidas impulsadas por el sumo pontífice para terminar con irregularidades en el banco, que se dedica a gestionar los fondos de la Iglesia católica.
Reformas
Un mes después de convertirse en papa, tras los casos de curas pederastas y el escándalo "Vatileaks", que desveló enfrentamientos y supuestos casos de corrupción en la Curia Romana, Francisco creó el 13 de abril pasado un grupo de ocho cardenales para que le aconsejen en el gobierno de la Iglesia y estudien un proyecto de reforma.
En junio pasado, Francisco nombró a un nuevo presidente del banco e instauró una comisión para investigar a la entidad que reporta periódicamente al pontífice de forma directa.
Asimismo, en julio pasado el Vaticano congeló la cuenta de un clérigo sospechoso de estar involucrado en actividades de lavado de dinero. Además, aprobó una reforma del código penal de la Santa Sede y del Estado de la Ciudad del Vaticano que contemplaba, entre otras, la introducción del delito de tortura, elimina la cadena perpetua y amplía y define los delitos contra menores, entre ellos la pornografía infantil y el abuso sexual.
En septiembre de 2010, la justicia italiana llevó a cabo una investigación contra el entonces presidente del IOR, Ettore Gotti Tedeschi, y el director general de la época, Paolo Cipriani, por violación de la legislación contra el blanqueo de dinero.
Decenas de millones de euros fueron bloqueados en el marco de esta investigación que condujo, entre otras cosas, a la destitución de la dirección del IOR.
A lo largo de los años, diversos escándalos mancharon la reputación del IOR, ya que círculos criminales aprovecharon el anonimato o testaferros para blanquear sus fondos
El más importante se produjo en 1982 con la quiebra del Banco Ambrosiano, un escándalo bancario que implicaba a la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por su sigla en inglés) y a la logia masónica.
El caso Enimont (1993), de sobornos a partidos políticos italianos, también salpicó al IOR y más recientemente el tribunal de Roma detectó casos de blanqueo de dinero por parte de mafiosos.
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