"Económicamente, lo que estamos viviendo en estos
momentos son los dolores de parto de la venidera Gran Depresión", sostiene
un columnista estadounidense. Según él, hay un conjunto de señales alarmantes
que sugieren una inminente y fuerte crisis financiera en EE.UU., con una
depresión económica mundial en el fondo.
El columnista Michael Snyder indica, en primer lugar, el
hecho de que esta semana The Baltic Dry Index, que mide los costos de envío
para las materias primas secas a granel, ha caído al nivel más bajo que se ha
visto en 29 años, peor aún que durante el colapso financiero de 2008.
Entre otras señales de una inminente "Gran
Depresión", el experto cita la gran volatilidad en los mercados, lo que se
observa en las bajas significativas del índice Dow Jones. "Así es
precisamente cómo los mercados se comportan justo antes de estrellarse",
explica.
"La depresión económica europea está casi prácticamente asegurada"
Otra preocupación viene del hecho de que casi cada divisa
principal del mundo está implosionando. En particular, Snyder está preocupado
por el colapso del euro. Las condiciones económicas en toda Europa sólo sigue
empeorando, y el futuro de la propia eurozona está muy en duda. "Si la
eurozona se rompe, una depresión económica europea está casi prácticamente
asegurada, al menos en el corto plazo", según él.
¿Adiós al dólar?
El columnista recuerda que sólo una vez en la historia el
precio del petróleo se derrumbó a más de 60 dólares, y eso fue justo antes de
la horrible crisis financiera de 2008. Y desde la última crisis, la industria
petrolera ha sido una gran fuente para el crecimiento del empleo en EE.UU.
Ahora las empresas de energía y sectores afines estadounidenses están
despidiendo a miles de personas.
Snyder subraya que por primera vez en 18 años, los
exportadores de petróleo están tirando la liquidez de los mercados mundiales en
lugar de poner el dinero en ellos. El mundo se está acercando rápidamente a un
cambio de moneda de reserva mundial. "Si vemos de 8 a 12 meses estos
precios del petróleo, la industria del esquisto de EE.UU. será eliminada".
Y el efecto de los bonos basura caerá en cascada al resto del mercado de
valores y la economía de EE.UU.
Según advierte, la liquidez se congelará, el crédito de
EE.UU. será degradado, el mercado de valores comenzará a derrumbarse, y
entonces el Sistema de la Reserva Federal intervendría para híper inflar el
dólar. "Esto hará que el mundo termine de abandonar la moneda de reserva
mundial en los últimos peldaños del comercio", lo que sería el fin del
petrodólar.