Si entendemos este pequeño
concepto, ponemos un grano de arena a la paz de la humanidad.
muhimu- PRÔCESSUS CREATIUS.-Casi la totalidad de los conflictos
entre las personas vienen precedidos de un pensamiento: “Yo
tengo razón”. Este es el gran problema que tienen las naciones, los grupos
sociales, las religiones y demás agrupaciones.
Este pensamiento acaba
motivando nuestro afán por hacer
entender a la otra persona que tenemos razón y pretendemos
cambiar su punto de vista en vez de intentar enriquecer el
nuestro escuchando el suyo. No nos paramos a pensar en que “quizá se nos escape algo que nos haría
ver las cosas diferentes“.
¿Qué descubrirás en este post?
·
En diferentes momentos podemos
llegar a perder parte de nuestra felicidad por no escuchar
·
Es obvio que todos los seres
humanos tenemos opiniones, gustos, pensamientos positivos y negativos,
preferencias…
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La diversidad nos ayuda a afrontar
conflictos y problemas
En diferentes momentos podemos
llegar a perder parte de nuestra felicidad por no escuchar
La creencia es
algo a lo que nos aferramos porque creemos en ello con fuerza, como si de un
elemento material se tratara, un objeto de valor y tenemos que defenderlo para
que no nos lo quiten.
Hay personas que toman esta manera de razonar como una
forma de vida. Sin embargo, lo que hacen es construirse un ego, donde se entremezcla la realidad con el
pensamiento surgido de nuestras razones. Esto acaba siendo una
trampa.
Es obvio que todos los seres
humanos tenemos opiniones, gustos, pensamientos positivos y negativos,
preferencias…
Uno de los problemas a todo esto es que acabamos por
juntarnos con aquellos grupos o personas que pueden reafirmar nuestra “razón”
de las cosas. Algo así nos empobrece como seres humanos, por lo que somos ajenos a un contraste de
opiniones que pueden ser más válidas que las nuestras.
La naturaleza en si misma se ha construido partiendo de
la diversidad. Si anulamos esa diversidad, nos anulamos como personas.
La diversidad nos ayuda a afrontar
conflictos y problemas
No hay que luchar contra lo que pensamos o creemos,
sino liberarnos de ello, escuchar, entender, pensar, contrastar y,
finalmente, crecer. La
distancia entre dos opiniones puede ser infinita, pero al
comprenderse los puntos de vista, aunque sean diametralmente opuestos, hace
que esta distancia
desaparezca. Con ella, desaparece la fricción entre los pensamientos porque,
aunque no son una ecuación de igual a igual, tienen un fundamento y una razón
de ser. No hace
falta estar de acuerdo con lo que piensa el otro, sino entender
que existe una posibilidad de que sus razones tengan un fundamento tan sólido
como el de las nuestras.
“La diferencia
básica entre ser asertivo y ser agresivo es la forma en que nuestras palabras y
comportamientos afectan a los derechos de los demás”.
Quizás esta cita de Sharon Anthony Bower, que
defiende la
complicidad por encima de la agresividad, resume en
términos generales este artículo. Todos tenemos derecho a la paz, a la
felicidad; por ello, la agresividad a la hora de defender un pensamiento puede
resultar fatal para una de las posturas.
¿Para qué vamos a crear más conflictos de los que ya hay en la vida?