“Constança
Rezende, de ‘O Estado de SP’, dice que quiere arruinar la vida de Flávio
Bolsonaro y buscar la destitución del Presidente Jair Bolsonaro. Ella es hija
de Chico Otavio, profesional de O Globo. Ellos quieren derrocar al Gobierno con
chantajes, desinformación y filtraciones”, escribió el Presidente en un
tuit acompañado por un video que muestra la fotografía de la periodista y
un texto con la acusación de que esta intenta “derrocar a Bolsonaro”.
El video
incluye una grabación de audio con extractos de una conversación entre Rezende y una persona que se
presenta como Alex MacAllister, según
reportó Estadão. La conversación fue sobre la cobertura de una
investigación sobre la supuesta
participación de Flávio Bolsonaro en un esquema de desvío de fondos y de lavado
de dinero. MacAllister buscó a la periodista bajo el
argumento de ser un estudiante que estaba haciendo un estudio comparativo entre
Bolsonaro y Donald Trump, según Estadão.
La
conversación fue hecha pública inicialmente por el periodista francés Jawad Rhalib en
su blog dentro del sitio Médiapart el 6 de marzo. Dos días después, fue reproducido en el sitio del medio estadounidense The Washington
Times, bajo el titular “La izquierda repite el
manual anti Trump contra el nuevo presidente conservador de Brasil”. El 10 de
marzo, fue publicado en el sitio brasileño Terça Livre con
un titular que indicaba que Rezende había dicho que “la intención es
arruinar a Flávio Bolsonaro y al Gobierno”.
De acuerdo
con una verificación de hechos realizada por Agência Lupa, es falso que la
reportera haya hecho esa declaración. “La cita atribuida a la reportera ni
siquiera aparece en la transcripción que el sitio [Terça Livre] hace de la
conversación completa que la periodista de Estadão supuestamente tuvo en
inglés con un extranjero”, indica el análisis.
La
grabación de audio dada a conocer por el sitio brasileño tiene “enunciados
truncos y pausas” y en él “no es posible escuchar ni una sola vez la frase usada para el titular
del 'reporte'” de Terça Livre, escribió Lupa. “En
cierto momento, la reportera evalúa que ‘el caso puede comprometer’ y ‘está arruinando
a Bolsonaro’, pero no relaciona su trabajo a ninguna intención en ese sentido”,
agregó la agencia de verifació de datos.
La mañana
del 11 de marzo, la página de Facebook de Terça Livre hizo una transmisión en vivo en la que reiteró las acusaciones contra la
periodista de Estadão. En el video, el editor del sitio, Allan Santos,
muestra un tuit atribuido a Rezende en el que el
autor lamenta que “Brasil se haya convertido en una
dictadura”. “Es de esta periodista de la que estamos hablando”, dice
Santos en la transmisión. Sin embargo, de acuerdo con Estadão, ni el tuit ni el perfil mostrado son de Rezende.
El perfil @constancarezen, mostrado por Santos en el video, aparece en Twitter como suspendido.
Médiapart
tuiteó la tarde del 11 de marzo: “la
información publicada en el 'club Médiapart', que sirvió como base para el tuit
de @jairbolsonaro, es falsa. El artículo es
responsabilidad del autor y el blog es independiente de la redacción del
periódico”. El sitio también expresó solidaridad con Rezende.
La
Asociación Brasileña de Periodismo Investigativo (Abraji, por su acrónimo en
portugués) y la Organización de Abogados de Brasil (OAB) publicaron un
comunicado en conjunto el 11 de marzo en el que rechazaron lo que describieron
como “un ataque público de Bolsonaro contra la prensa”.
De
acuerdo con ambas entidades, el acto del Presidente de compartir información
falsa “muestra no solo falta de compromiso con la veracidad de los hechos,
lo cual en sí mismo sería algo grave, sino también el uso de su posición de
poder para tratar de intimidar a medios y periodistas, una actitud incompatible
con su discurso en defensa de la libertad de expresión”. “Cuando un
gobernante moviliza a una parte singificativa de la población para agredir a
periodistas y medios, sacude uno de los pilares de la democracia, la existencia
de una prensa libre y crítica”, escribieron Abraji y OAB.
El Centro
Knight contactó a la periodista Constança Rezende,
quien informó que había sido aconsejada por la dirección
de Estadão de no dar declaraciones sobre el caso. El Centro también
intentó contactar a la Secretaría Especial de Comunicación Social de
la Presidencia de Brasil, pero no recibió respuesta hasta la publicación
de esta nota.
