DANIEL
G. APARICIO @20hitcombo
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¿Cómo han cambiado Jon, Sansa o Daenerys desde el principio de la serie?
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Fans de 'Juego de Tronos' piden a HBO, indignados, un 'remake' de la octava
temporada
- ¿Son Drogon, Rhaegal y Viserion los únicos
dragones de 'Juego de Tronos'?
- Origen, historia y teorías
ATENCIÓN: Este
artículo está repleto de SPOILERS sobre la serie hasta el penúltimo capítulo.
El final de Juego de Tronos, la serie de mayor
impacto de los últimos años, está a punto de llegar a su épica conclusión.
Algunos están felices con el rumbo de la ficción, otros están decepcionados,
pero es innegable que las tramas y personajes creados por George R.R. Martin y
redibujados por HBO forman ya parte del imaginario colectivo.
Miles de espectadores de todo el mundo se han
emocionado, han sufrido y se han cabreado con Ned Stark, Daenerys Targaryen,
Tyrion Lannister, Jorah Mormont, Theon Greyjoy y decenas de otros carismáticos
habitantes de Poniente que forman ya parte de la historia de la televisión.
Lo más apasionante de estos personajes, sobre
todo los principales, ha sido su evolución, lo mucho que han cambiado en ocho
años de guerras, traiciones e idas y venidas, de norte a sur y por ambos lados
del Mar Angosto.
Así ha sido el viaje de cada uno de ellos:
Sansa
Stark, la princesita que dejó de serlo La mayor de las dos hijas de Ned
Stark ha sido la protagonista de uno de los cambios más radicales.
Comenzó
como una niña algo repelente que, a diferencia de su hermana Arya, solo pensaba
en ser una gran dama y encontrar un príncipe que la hiciese reina, un sueño que
pareció estar al alcance de la mano cuando el rey Robert Baratheon y los
Lannister llegaron a Invernalia.
Sin embargo, el viaje y la estancia en
Desembarco del Rey acabaron tornándose una pesadilla: su idealizado Joffrey se
reveló como un cruel tirano y Sansa se convirtió en rehén de los enemigos de su
familia.
Aprendió a callar y obedecer, algo que le
permitió descubrir las aristas del poder. Su alianza con Meñique acabó por
hacerla aún más sufridora, a manos de Ramsey Bolton, pero también le permitió
profundizar en las artes de la política y la conspiración.
Ahora,
inteligente, seria, fría, cauta y estratega, destacaca como respetada Señora de
Invernalia.
Tyrion Lannister, la fuerza del cerebro
Tyrion Lannister, la fuerza del cerebro
Ya
desde el principio se reveló como una de las mentes más privilegidas de los
Siete Reinos, y en eso no ha cambiado nada.
Sigue siendo ingenioso, afilado y perspicaz,
aunque ahora utiliza sus dones en favor de otros aliados. Al margen de esto, su
único cambio es que ya no frecuenta burdeles y, por contra, bebe mucho más
alcohol. Alineado inicialmente con su familia, llegó a ser Mano del Rey
Joffrey.
Tras
ser declarado culpable del asesinato del joven monarca, logró escapar y huir al
otro lado del Mar Angosto, donde se puso al servicio de Daenerys Targaryen.
Contra todo pronóstico, Tyrion ha cometido varios errores en su asesoramiento a
la reina de dragones que han contribuido al dramático devenir de los
acontecimientos.
Repudiado por la mayoría, incluida su familia,
el enano solo contaba con un único ser querido, su hermano Jaime. Después fue
ganándose el apoyo de muchos otros —Varys, Jon, Davos...—, pero el que nunca le
ha faltado ha sido el de los espectadores, en parte por lo maravilloso que es
el personaje escrito por George R.R. Martin y en parte por lo gran actor que es
Peter Dinklage.
Arya Stark, guerrera implacable
Su camino siempre estuvo claro. A la pequeña
Stark nunca le gustaron las cosas de chicas, nunca quiso ser una dama, ella
quería ser un guerrero, como su padre. Y su viaje a través de las ocho
temporadas ha sido eso, un duro entrenamiento hasta convertirse en una heroína
letal.
Su "hermano" Jon le regaló una
espada —aguja—, su padre le puso un maestro de esgrima —Syrio Forel— y su huida
de Desembarco del Rey supuso el inicio de su largo periplo: las torturas de
Harrenhal, los miembros de la Hermandad, los trayectos a caballo con Sandor
Clegane y, sobre todo, su formación en Braavos para convertirse en un
"hombre sin rostro".
Ya de regreso a Poniente, Arya se ha revelado
como una de los mejores y más mortíferos guerreros de los Siete Reinos.
Exterminó a los Frey, rivalizó con Brienne y se convirtió en la salvadora de la
humanidad al acabar el terrorífico Rey de la Noche. Es uno de los personajes
favoritos de los fans y con razón.
Theon Greyjoy, arrepentimiento y redención
El hijo del hierro es, probablemente, el
personaje que más vueltas ha dado a lo largo de la historia de Juego de Tronos.
Aunque era un rehén de las Islas del Hierro, fue criado en Invernalia con los
Stark como un miembro más de la familia.
Algo
engreído e impulsivo, apreciaba a los hijos de Ned como si fueran sus propios
hermanos y no dudó en acompañar a Robb a la guerra cuando el Norte se levantó
en armas contra los Lannister.
Tras ofrecerse como emisario para solicitar la
ayuda de su padre en la batalla se vio obligado a elegir entre su familia
postiza y su familia de sangre... Y eligió mal. Con la intención de satisfacer
a su progenitor y lograr su aprobación, Theon dejó sacar sus peores instintos y
asaltó Invernalia. Pero su torpeza, inseguridad y falta de liderazgo le
hicieron perder el castillo.
El joven Greyloy cayó en manos de Ramsey
Bolton y recibió un castigo atroz, mutilado y torturado a diario acabó
convertido en un despojo humano llamado Hediondo. Solo el sentimiento de
culpabilidad, una vez se reencontró con Sansa en Invernalia, hizo aflorar el
valor y la dignidad en Theon. La salvó de las garras de Ramsey, marchó a buscar
a su hermana Yara, junto a ella se unió a Daenerys y, tras varias idas y
venidas, acabó por reconciliarse con todos los Starks aun a costa de su propia
vida.
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Su historia se puede resumir en una sola
frase: "las cosas que hago por amor". Jaime comenzó como uno de los
personajes más odiados de Juego de Tronos, y con motivo: tras ser descubierto
por el pequeño Brandon Stark manteniendo relaciones sexuales con su hermana, el
Lannister empujó al niño por la ventana de la alta torre dejándolo tullido
(escena esta que supone el primer gran enganche tanto en la serie como en los
libros).
Robb logró hacerlo prisionero, situación en la
que tampoco se ganó muchas simpatías, menos aún después de matar a su propio
primo. Pero cuando Catelyn lo liberó y puso a Brienne de Tarth como su
carcelera se inició un nuevo camino de descubrimiento del personaje. Jaime
demostró no ser el monstruo desalmado que aparentaba.
Fiel a Brienne, fiel a su hermano Tyrion,
cumplidor de sus juramentos y con un buen motivo para ser el Matarreyes, solo
hay un motivo para las peores acciones de Jaime, esas que lo atormentan: el
amor incondicional por su hermana Cersei. Sabe que es odiosa, egoísta y cruel,
pero no puede evitar hacer todo lo que sea necesario por estar con ella. Juntos
empezaron y juntos han acabado.
Cersei
Lannister, la reina inamovible
Pocos
personajes hay más odiosos que Cersei, quizás tan solo Ramsey Bolton. Con un
amor desbordante por sus tres hijos y una pasión no menor por su hermano Jaime,
la ambiciosa Lannister siempre ha hecho todo lo que ha podido por mantener el
poder y proteger a su familia.
Cersei no ha cambiado en absoluto a lo largo
de la serie pero sí que ha ido radicalizando sus métodos y actitudes a medida
que sus seres queridos iban muriendo y las circunstancias se iban haciendo más
adversas. Ni siquiera el castigo del Septón Supremo logró doblegarla.
La reina madre ordenó matar a Lady, el huargo
de Sansa, planificó la muerte de su marido Robert, armó a los fanáticos de los
Siete y acusó a Loras y Margaery Tyrell, voló el Septo de Baelor y siempre puso
por delante sus intereses personales a los de su pueblo. Finalmente cayó junto
a su hermano Jaime en la fortaleza que apenas abandonó durante ocho temporadas.
Daenerys Targaryen, digna heredera de su apellido
Los espectadores —y los lectores— conocieron a
la jovencísima hija de Aerys el Rey Loco como la desvalida hermana del
insufrible Viserys, vendida como esposa al líder dothraki Khal Drogo. Pese al
disgusto inicial, su creciente amor por Drogo la fue endureciendo hasta
revelarla como la más digna heredera al Trono de Hierro.
Como khaleesi, ya perfectamente integrada en
su nueva cultura nómada, Daenerys tuvo que afrontar la muerte de su esposo,
asesinado por una hechicera. De ahí nació su ira, que no dejaría de crecer en
sucesivas afrentas, pero también sus tres dragones y su resurgimiento como
"la que no arde".
Cada vez con más títulos y autoproclamándose
reina, se embarcó en una cruzada con el objetivo de reunir un ejército y una
flota y, al mismo tiempo, acabar con la esclavitud. En el proceso, la joven
Targaryen se fue tornando más dura, inflexible, violenta y desconfiada.
En Poniente, donde sus apoyos son menos, esos
rasgos fueron a más. Ni los sabios consejos de Tyrion y Varys ni el amor de Jon
Nieve han logrado aplacarla. Es más, el descubrimiento de que su amado es en
realidad Aegon Targaryen, legítimo heredero al trono, ha acabado por desatar la
locura que tradicionalmente se ha asociado a su apellido.
Jon
Nieve, de cero a héroe... taciturno
Aunque estaba claro que acabaría siendo el
gran héroe de Juego de Tronos, Jon comenzó desde muy abajo. Supuesto hijo
bastardo del noble Eddard Stark, Señor de Invernalia, siempre se sintió muy
inferior al resto de sus hermanos, en gran parte por el desprecio no disimulado
que recibía por parte de su madrastra Catelyn.
Cuando
buena parte de su familia descendió a Desembarco del Rey, para que Ned pudisese
ejercer como Mano del Rey, Jon puso rumbo al Muro para convertirse en miembro
de la Guardia de la Noche. Inicialmente despreciado por sus compañeros, que lo
veían como un noble, no tardó en ganarse su afecto gracias a su compañerismo y
su habilidad con la espada.
Se sintió infravalorado de nuevo cuando el
Lord Comandante Jeor Mormont lo nombró mayordomo, su mayordomo personal. Pero
pronto quedó claro que el objetivo era adoptarlo como pupilo y sucesor. Tras
luchar contra los muertos, infiltrarse entre los salvajes para después
combatirlos y acabar con los traidores que acabaron con Mormont, Nieve fue
elegido como nuevo Lord Comandante.
Sin
embargo, su estrategia conciliadora con los salvajes no convenció a buena parte
de sus compañeros, que acabaron por matarlo a cuchilladas. Tras resucitar por obra
de la bruja Melisandre, Jon Nieve tomó el control con mano dura y se lanzó a
reconquistar Invernalia. Ganó la Batalla de los Bastardos y fue aclamado por
los norteños como nuevo Rey en el Norte.
La llegada de Daenerys y sus dragones a
Poniente supuso una gran oportunidad para hallar un aliado con el que hacer
frente a la amenaza de los Caminantes Blancos. Para muchos, esto supuso un giro
negativo para el personaje, que quedó súbitamente enamorado de Dany y relegado
a un papel secundario durante toda la octava temporada.
Tan taciturno como siempre y aún más parado e
inexpresivo, no parece que la revelación de su verdadera identidad y sus
opciones al Trono de Hierro vayan a cambiar eso: un héroe para los habitantes
de los Siete Reinos, un triste para los espectadores.
Otros
personajes
Entre la gran cantidad de personajes
secundarios, muchos también han develado una gran evolución. Ese ha sido el
caso de Samwell Tarly, mejor amigo de Jon, que llegó a la Guardia de la Noche
como un chico gordo, miedoso y torpe y, tras convertirse en el primero en matar
a un Caminante Blanco, ha acabado siendo un sabio aspirante a maestre decisivo
en varios momentos de la historia.
Más espectacular aun ha sido el cambio de Bran
Stark, un alegre niño aficionado a la escalada que quedó tullido tras ser
empujado por Jaime desde una de las torres de Invernalia. Ayudado por Hodor,
Osha, Meera y Jojen Reed, el pequeño realizó un viaje al norte del Muro para
llegar a convertirse en el cuervo de tres ojos, un ser casi omnisciente capaz
de ver el pasadao, el presente y quizá fragmentos del futuro.
La gigantesca Brienne de Tarth no ha cambiado
apenas, pero ese es su gran valor, ya que su nobleza, lealtad y valor están
fuera de toda duda. Si acaso, la rubia guerrera sí que ha logrado abrirse un
poco más a los demás, especialmente al joven Podrick Payne, al que ha enseñado
a pelear, y a Jaime, con el que ha tenido finalmente algo más que camaradería.
Otro que no ha cambiado apenas sino que
simplemente ha ido fortaleciendo su carácter es Jorah Mormont. Comenzó como
espía de Daenerys para el rey Robert, pero acabó embelesado por la madre de
dragones y desde entonces la ha defendido ciegamente hasta el ultimísimo
momento, dando la vida por ella.
El sabio, humilde y sincero Davos Seaworth fue
totalmente leal a Stannis Baratheon mientras este vivió. Después encontró en
Jon Nieve a otro hombre justo al que ofrecer sus servicios. Algo similar le
sucedió a Melisandre, aunque con intereses y actitudes bien diferentes, casi
opuestas.