Casi siete millones de sursudaneses se
enfrentarán a acentuados niveles de inseguridad alimentaria a finales de julio,
de acuerdo a un estudio conducido por el Gobierno de la nación africana en
colaboración con la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y
la Alimentación, UNICEF y el Programa Mundial de
Alimentos.
Unas 21.000 personas serán las que sufrirán los
peores efectos o una situación catastrófica,
según la escala gradual de la evaluación, seguidas por 1,82 millones que se
enfrentarán a una situación de emergencia y a unos 5,12 millones que sufrirán
una etapa de crisis alimentaria.
El número de afectados ha crecido en 81.000
personas en comparación con las proyecciones de enero pasado y especialmente en
los estados de Jonglei, Lakes, Unity y Bahr el Gazal del Norte.
Crisis
alimentaria multifactorial
“La situación de inseguridad alimentaria se
debe a la escasez de alimentos en los hogares, que es típica de la temporada de
carestía, pero se ha visto atenuada por el retraso de las lluvias, la
persistente crisis macroeconómica, los desplazamientos de la población, las
necesidades de los repatriados y los prolongados años de agotamiento de los
activos y los medios de subsistencia menoscabados debido a la continuación de
los años de conflicto”, indica el estudio.
A estos factores hay que añadirle los altos
precios de los alimentos ocasionados por el agotamiento de las cosechas del año
pasado, así como los elevados costos del transporte debidos al deterioro de la
red de carreteras y la depreciación de la moneda.
El representante de la Organización de las
Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación en el país, Meshack Malo,
indicó que la recuperación de la producción de alimentos depende
de la paz en el país.
Añadió que trabajan codo a codo con los
agricultores que regresan a sus hogares “a reasentarse, construir activos y
adaptarse a los cambios en los patrones de precipitaciones", aunque
destacó que, "aún queda mucho trabajo por hacer para
aumentar su capacidad para enfrentarse a estas crisis de manera
sostenible".
El Programa Mundial de Alimentos destacó que
para permitir la entrega de asistencia humanitaria urgente y de mayor alcance
que sirva para proteger los medios de subsistencia e impulsar la producción
agrícola en todo el país es imprescindible la aplicación efectiva del acuerdo
de paz de 2018 y la estabilidad política.
Respuesta
a la crisis
Entre las diversas medidas adoptadas para
afrontar la crisis alimentaria, la Organización de las Naciones Unidas para la
Agricultura y la Alimentación distribuye nuevas variedades de semillas
adaptadas a las condiciones del lugar y capacitación en técnicas para reducir
las pérdidas causadas por la sequía y las inundaciones, junto a otras iniciativas.
El Programa Mundial de Alimentos apoyará a un
máximo de 5,1 millones de sursudaneses con el reparto de alimentos y dinero en
efectivo, comida a cambio de trabajo en tareas de construcción y rehabilitación
de espacios comunitarios, alimentación en las escuelas y productos
especialmente diseñados para la prevención y el tratamiento de la malnutrición
para los niños y las mujeres embarazadas o lactantes.
UNICEF y sus aliados ampliarán la prestación de
servicios durante la temporada de carestía para llegar al mayor número posible
de niños y niñas afectados por la desnutrición aguda grave.