

Según cuenta el
periodista, en su trabajo como corresponsal de la BBC en EE.UU., sus compañeros
de oficina, la mayoría de los cuales eran británicos, australianos y
estadounidenses de origen anglosajón, hacían una distinción entre ellos, los
blancos, y los hispanohablantes, los latinos o "browns" (marrones).
El término "brown" se utiliza en EE.UU. para describir la raza de
aquellos que no son ni blancos ni negros.
Enseguida fue
consciente de las fuertes divisiones raciales que siguen existiendo en EE.UU. y
pudo ver claramente que la definición de lo que es ser blanco es mucho más
restringida allí que en otros lugares.
"Me vino a la
cabeza una pregunta que me he hecho en multitud de ocasiones en los últimos
años: ¿por qué en este país cuesta tanto entender que los hispanos somos una
comunidad multiracial y que también hay hispanos blancos, igual que los hay
negros o asiáticos?", confiesa.
También, según
sostiene, esa situación podría verse como una muestra de los privilegios que
han gozado los blancos en EE.UU. desde la fundación del país, y de la
discriminación que todavía sufren las minorías raciales.