La empresa Hong Kong
Nicaraguan Canal Development Investment Group (HKND) se ha comprometido a
cumplir con los requisitos del Banco Mundial y lograr con el canal "un
impacto ambiental positivo neto", ha insistido Pang en una entrevista a
'El Nuevo Diario', respondiendo a las críticas que está recibiendo la mega obra.
actualidad.rt - El compromiso supone que el daño ecológico
que es inevitable será "más que equilibrado por beneficios positivos para
el medio ambiente", destacó el empresario. La compañía "ha demostrado
que escucha y responde a las preocupaciones legítimas planteadas por los
ciudadanos", notó.
Destacó que la empresa
ya reubicó la entrada pacífica del canal en el río Brito y modificó el trazado
a través del departamento de Rivas, que separa al Gran Lago de Nicaragua del
Pacífico, para evitar áreas ambientales sensibles. Además, ajustó el diseño
para no afectar a los habitantes de la zona de El Tule, una comarca de economía
mayoritariamente agrícola por la que discurre la carretera entre los puertos
lacustres de San Miguelito, en el departamento de Chontales, y de San Carlos,
en el departamento de Río San Juan.
El empresario aseguró
que la compañía aplicará, en conjunto con los organismos reguladores
nicaragüenses, una red de medidas protectoras. Prometió "controles
incrustados", unos requisitos incorporados en el proyecto a nivel del
diseño, destinados a minimizar los daños. Mencionó, además, "medidas de
mitigación" dirigidas a "superar o mitigar" los daños
ambientales inevitables y "compensaciones".
"Habrá un monitor
independiente designado para asegurar que los requisitos del plan se apliquen
plenamente", aseguró. Según confirmó Pang, el monto estimado de inversión
total en la obra después de los ajustes en Brito, el departamento de Rivas y El
Tule asciende a 50.000 millones de dólares. Subrayó que no descarta la
posibilidad de más ajustes después de que el Gobierno de Nicaragua complete el
análisis del Estudio de Impacto Ambiental y Social.
Desde que el proyecto
fue anunciado, ha suscitado duras críticas por parte de grupos defensores del
medio ambiente, tanto en Nicaragua como en el exterior, debido al impacto que el
canal tendrá en el lago Nicaragua, el mayor de agua dulce de toda Centroamérica.
Además, está provocando grandes preocupaciones en los residentes locales que
deberán ser desplazados para dar vía a las labores de construcción.