Se trata de la corresponsal Yelizaveta Jramtsova y la
camarógrafa Natalia Kalysheva, que bajo un pretexto falso fueron conducidas a
la sede del Servicio de Seguridad de Ucrania.
Jramtsova contó al canal que iban a grabar una entrevista y
pidieron un taxi cerca de una estación de metro. Cuando subieron al vehículo,
entraron dos hombres mostrando identificación y dijeron que querían hacer un
par de preguntas acerca de lo ocurrido en la plaza en los últimos minutos.
Aseguraron que el Servicio de Seguridad de Ucrania había recibido una llamada
sobre amenaza de bomba.
"Nos pidieron que fuéramos testigos. Dijimos que no
habíamos visto nada, pero nos dijeron que teníamos que ir a la sede del
Servicio de Seguridad de Ucrania para responder a algunas preguntas",
agregó la corresponsal. "Nos prometieron que nos mostrarían un vídeo en el
que supuestamente aparecemos y por eso podríamos haber visto algo",
explicó.
No es la primera vez que Ucrania detiene a corresponsales
del canal ruso. Así, en noviembre pasado la corresponsal Yevguenia Zmanóvskaya
fue detenida para aclarar el objetivo de su visita al país. Su detención estuvo
precedida por una violenta presión de los radicales. Otros periodistas rusos
detenidos en verano pasado en Ucrania incluso aseguraron que durante su
detención sufrieron maltrato físico.