Muchos adultos son sonámbulos, pero este trastorno del sueño
es mucho más frecuente en la infancia.
Lo sufren hasta el 15% de los menores de entre 4 y 15 años. Salvo en casos excepcionales, es un problema benigno sin gravedad ni consecuencias, aunque se pueden tomar medidas para reducir sus inconvenientes. A continuación se detallan la prevalencia y características del sonambulismo infantil, cuándo se producen por lo general sus episodios y qué hacer cuando hay un niño sonámbulo en casa.
Lo sufren hasta el 15% de los menores de entre 4 y 15 años. Salvo en casos excepcionales, es un problema benigno sin gravedad ni consecuencias, aunque se pueden tomar medidas para reducir sus inconvenientes. A continuación se detallan la prevalencia y características del sonambulismo infantil, cuándo se producen por lo general sus episodios y qué hacer cuando hay un niño sonámbulo en casa.
Mi niño es sonámbulo
Por CRISTIAN VÁZQUEZ -
Sus episodios, que no se producen por lo general más de una
vez al mes, se caracterizan por hacer que el pequeño se levante de la cama y
deambule por la casa. La coordinación del cuerpo es pobre, aunque a veces pueda
desempeñar alguna tarea más compleja, como abrir una puerta o manipular algún
objeto. El habla, cuando la hay, resulta ininteligible.
Además, pese a que el niño mantiene los ojos abiertos, no es
del todo consciente de lo que le rodea. Esto lo puede llevar a lesionarse, por
chocar con muebles o tropezar con objetos y caer, o incluso a transitar por
escaleras o abrir la puerta y salir de la casa, con los riesgos que eso
conlleva. También es posible que el menor realice algún comportamiento
inadecuado, como orinar en el cubo de la basura o en un armario.
Por otra parte, lo normal es que luego haya amnesia. Es
decir, la persona que ha padecido un episodio de sonambulismo al día siguiente
no recuerda nada de lo sucedido.
¿Cuándo aparece el
sonambulismo infantil?
El sueño del bebé se divide en dos grandes etapas: el sueño
lento y el sueño REM (rapid eyes movements, también llamado MOR, movimiento
ocular rápido). El sueño lento, por su parte, se divide en cuatro fases progresivas.
Los episodios de sonambulismo del niño, tal como explica la Asociación Española
de Pediatría, se producen durante las fases 3 y 4 del sueño lento, por lo cual
son más frecuentes en el primer tercio de la noche.
El sonambulismo forma parte del grupo de las parasomnias,
definidas como trastornos del sueño que no implican una alteración de los
procesos responsables de los estados de vigilia y sueño en sí mismos, sino la
aparición de fenómenos físicos o conductas no deseables o molestas que ocurren
predominante o exclusivamente durante el sueño. Otras parasomnias son los
terrores nocturnos y las pesadillas.
Si hay historia familiar de primer grado -es decir, padre,
madre o hermano-, las posibilidades de que un pequeño padezca de sonambulismo
son diez veces superiores a si no la hay. Hasta el 80% de las personas
afectadas por este trastorno podrían tener uno o más familiares con la misma
afección.
¿Qué hacer cuando el
niño es sonámbulo?
Ante un episodio de sonambulismo, se recomienda
"conducir al niño de vuelta a la cama, si, es posible, evitando
despertarle para que continúe su sueño". También sugiere tomar medidas de
seguridad en la casa, como intentar que no haya bordes con ángulos rectos en
los muebles, con los que el pequeño podría hacerse daño, y que haya cables u
otros objetos en el suelo que pudieran hacer que se tropiece. También es
conveniente cerrar bien las puertas y asegurar las ventanas, para impedir que
pueda salir por allí.
Por otra parte, también será importante procurar al niño un sueño
de mayor calidad. Esto quiere decir, sobre todo que duerma la cantidad de horas
adecuada, con horarios regulares, que esté relajado antes de ir a la cama, etc.
Los científicos coinciden en que los menores que duermen mejor son más felices.
El sonambulismo, como las pesadillas y los terrores
nocturnos, no se trata con medicamentos. Si el trastorno es grave y se torna
problemático, se deberá acudir al especialista, quien es probable que lo derive
para su tratamiento en alguna unidad del sueño.