Hannover y Colonia
fueron las primeras en implantar este tipo de medidas. En 2008, ambas ciudades
comenzaron a aplicar la normativa de zonas ecológicas y viñetas, que
identifican la emisión de partículas de cada vehículo, limitando la circulación
de los más contaminantes para conservar la calidad del aire en los centros de
las ciudades.
Desde entonces, cada
vez más regiones y ciudades se unieron a la iniciativa que, al principio,
supuso trámites bastante costosos y, sobre todo, un enfado generalizado por
parte de los propietarios, cuyos automoviles perdían valor por no estar
equipados. Pero desde el punto de vista medioambiental, un estudio realizado
por la Universidad de Munster demuestra que el modelo mereció la pena.
Con la implantación
de estas medidas se contribuyó notablemente a la reducción de índices de
partículas en el aire. Christiane Malina y Frauke Scheffler, especialistas en
tráfico y autoras del estudio, llegaron a esta conclusión analizando datos
meteorológicos y valores de contaminación, para comparar posteriormente la
disminución del índice de partículas nocivas y sus efectos sobre la salud de
los habitantes de la ciudad.
Este coctel de
partículas con tamaño menor a 10 micrometros aparece al usar combustibles
fósiles como gasolina y gasoil. Durante el proceso de combustión se libera
azufre, amoniaco y óxidos de nitrógeno que pueden penetrar por las fosas
nasales, para llegar después a los bronquios y los alveolos y provocar daños a
la circulación y los órganos.
En el estudio, ambas
científicas dedujeron que la mejor calidad del aire tenía relación directa con
la disminución del número de muertos por causas medioambientales. Con la
introducción de zonas verdes tipo uno, en las cuales pueden circular vehículos
catalogados en el nivel rojo, amarillo y verde, hubo estadísticamente 400
muertes menos al año. Por su parte, en las zonas de segundo nivel, donde solo
entran los catalogados con amarillo y verde, se habrían producido 1.200 muertes
menos.
Además de esto, se
redujeron tanto el smog y como los costos derivados del tráfico, con un 5%
menos en la zona uno y un 16% menos en la zona dos.
También los hogares
pudieron notar una rebaja notable de los costos originados por la suciedad del
aire. Para la autora Frauke Scheffler, estos resultados confirman la
efectividad de una medida que en su momento fue muy controvertida.
Reglas estrictas
Los coches de
gasolina sin catalizador y otros con motores diesel viejos que no lleguen a la
certificación Euro 2 no tienen permiso para circular en las zonas verdes.
Únicamente los que tengan certificación Euro 4, con viñeta verde, tienen acceso
a todas las zonas de la ciudad. Además, vehículos fabricados entre el año 92 y
97, tendrán que tener instalado un filtro de partículas.
Sobre todo, es
importante saber que esta viñeta que identifica las emisiones es obligatoria
para vehículos extranjeros. Para calcular el nivel de contaminación, habrá que
mirar la documentación y el tipo de vehículo y los que no lleven la viñeta
adecuada tendrán que pagar una multa de 80 euros, aunque hay que reconocer que
los controles son realmente muy esporádicos.