Científicos canadienses
detectaron, con ayuda de un instrumento conocido como CHIME 13, nuevas ráfagas
rápidas de radio (FRB) o señales espaciales de origen desconocido. Lo más
interesante es que el equipo descubrió que una de las señales se repite,
característica que solo se había registrado antes en otra señal similar.
Según reporta un comunicado que resume dos estudios publicados en la revista Nature, las
misteriosas señales –de milisegundos de duración– provienen
de un lugar desconocido fuera de nuestra galaxia, ubicado a
unos 1.500 millones de años luz. En total, durante el año pasado se
descubrieron 13 fenómenos como este, todos en el verano.
Hasta ahora, los científicos
habían detectado solo una señal repetiva, a la que denominaron como FRB 121102.
Captada en 2012, se repitió 16 veces, y su origen fue rastreado en una galaxia
enana ubicada a 3.000 millones de años luz. La nueva ráfaga, llamada FRB
180814.J0422+73, se repitió seis veces.
Además, los investigadores
reportan que 7 de aquellas 13 ráfagas se registraron en la frecuencia de 400
mega Hertz, que sería la frecuencia más baja registrada hasta ahora para este
fenómeno (la más baja anterior fue de 700 MHz).
Los autores del estudio destacan
algunas similitudes entre las ráfagas que se repiten, la FRB 121102 y la FRB
180814.J0422+73, y considera que este hecho puede sugerir mecanismos de emisión
o efectos de propagación similares.
La primera ráfaga rápida de radio,
FRB 010724, fue detectada en el año 2007 por un grupo de científicos de la
Universidad de Virginia Occidental, Estados Unidos, mientras estudiaban los
datos recopilados por el telescopio australiano Parkes en 2001. Desde
entonces, este fenómeno cósmico ha pasado a ser uno
de los principales enigmas astrofísicos, sin que
se haya logrado aún comprender su naturaleza.