Tras
su visita oficial, que tuvo lugar del 5 al 16 de noviembre de
2018, Alston indicó en su informe final, publicado este miércoles, que las
consecuencias “del experimento de la austeridad” son diáfanas.
“Hay
14 millones de personas que viven en la pobreza, niveles récord de hambre y de
personas que se encuentran sin hogar, una esperanza de vida cada vez menor para
algunos grupos, menos servicios comunitarios y una gran reducción de
normativas, en tanto que el acceso a los tribunales para los grupos de bajos
ingresos se ha visto drásticamente reducido por los recortes en la asistencia
jurídica”, destacó.
El
relator indicó que la imposición de este tipo de políticas fue el resultado de
un “proyecto ideológico diseñado para cambiar de forma radical la relación entre el Gobierno y
la ciudadanía” y "a la toma de decisiones políticas", que
han provocado el descenso de los niveles de bienestar en un breve lapso debido,
pese a disponer de un amplio abanico de opciones.
Si no termina con las medidas de austeridad, las personas más
pobres del Reino Unido vivirán vidas "solitarias, pobres, desagradables,
brutales y cortas.
Acto
seguido, denunció que el mantra gubernamental de “trabajo antes que bienestar”
transmite el mensaje de que las personas pueden pedir “donativos”, pero que el
Estado no ofrecerá la red de seguridad social básica “a la que se
comprometieron todos los partidos políticos desde el año 1945”.
"La
frase de que 'hay más gente empleada que nunca' omite realidades
incómodas: se prevé que dentro de dos años alrededor del 40 por ciento de los niños vivirá
en condiciones de pobreza, en gran parte debido a la reducción del gasto
gubernamental en servicios; el 16 por ciento de las personas mayores de 65 años
vivirá en la pobreza relativa; y millones de empleados dependen de diversas
formas de donativos para sobrellevar esta situación".
Alston
asegura que "si no termina con las medidas de austeridad, las personas más
pobres del Reino Unido vivirán vidas "solitarias, pobres, desagradables,
brutales y cortas".
Modestos
avances
Alston
admitió que el Gobierno actuó sobre varias de las medidas presentadas en su
informe preliminar, como establecer una evaluación única de la pobreza e
inspeccionar de forma sistemática la inseguridad alimentaria, entre otros.
Sin
embargo, destacó que, pese a los anuncios del fin del periodo de austeridad,
continúa una “enorme desinversión” del sistema de seguridad social, y que los
cambios recientes no son más que “una simple apariencia” con el objetivo de
disminuir las consecuencias políticas.
"La
situación exige un nuevo enfoque que incluya la compasión británica y ponga los derechos sociales y la
seguridad económica en primer plano."
El
Brexit, otro factor preocupante
El
experto señaló que, de continuar adelante la salida del Reino Unido de la Unión
Europea (Brexit), “es probable que tenga un importante efecto negativo” para
las personas más vulnerables.
Alston
concluyó que, pese ser un país que dispone de amplios recursos, los continuos y
generalizados recortes del gasto social, “equivalen a medidas regresivas en
clara violación de las obligaciones del Reino Unido en materia de derechos
humanos”.