El Instituto Federal del Medio Ambiente en Alemania ha emitido un
claro dictamen: los riesgos de extraer gas y petróleo esquistosos son muy
grandes.
Deutsche Welle - “En
Alemania no necesitamos del ‘fracking'”, dice Maria Krautzberger, presidenta
del Instituto Federal del Medio Ambiente (UBA por sus siglas en alemán).
Delante de ella se halla un informe escrito por el UBA de 600 páginas que
expone los grandes riesgos que conlleva el controvertido método. Hay que hacer
que la práctica de este método en Alemania sea casi que imposible, no a través
de una prohibición –ya que legalmente sería muy difícil de realizar–, sino a
través de duras condiciones que la hagan muy difícil, dice Krautzberger.
Agrega que, de cualquier manera, el potencial del fracking para Alemania es muy
menor. El UBA estima que podría aportar no más del 4 por ciento al
abastecimiento energético del país. "Es decir, que no alcanza de ninguna
manera para reducir la dependencia de importaciones de gas", subraya
Krautzberger.
La técnica de “fracking”
implica introducir con mucha presión grandes cantidades de agua y productos
químicos en el subsuelo, liberando el gas que después podrá ser extraído. En
los Estados Unidos este método tiene un gran auge. Los estadounidenses han
podido reducir drásticamente tanto la dependencia de la importación de energía
como la emisión de gases invernaderos. Esto se debe a que la combustión de gas
es menos perjudicial para el clima que la combustión de carbón. No obstante,
los críticos temen que los químicos que se usen en el método puedan infectar
aguas subterráneas.
No es la salvación
Según
el UBA, quienes hagan uso del método deberían presentar antes un extenso
análisis sobre el impacto ambiental que tiene. Y en reservas ecológicas la
práctica debe ser prohibida. Para la presidenta del UBA, el uso del fracking en
realidad no se justifica, aun si países como Estados Unidos muestren mejorías
ambientales gracias al uso del método: “la técnica de ‘fracking' no es la
salvación del problema ambiental. No nos va a facilitar la transición hacia las energías renovables.
Es mejor si nos
concentramos en energías realmente ecológicas”.
Maria Krautzberger, presidenta del Instituto Federal del Medio Ambiente Alemán |
Y el problema no termina ahí: según expertos del UBA, el agua de los
subsuelos que llega a la superficie, puede que no solo esté contaminada con los
químicos que se vertieron, sino que además puede venir con sustancias tóxicas
del interior de la tierra a causa del proceso: metales pesados, hidrocarburos
aromáticos y hasta sustancias radioactivas locales.
Expertos han recomendado:
- Prohibir el fracking en regiones donde las aguas freáticas se usan
para consumo humano.
- Prohibir el fracking en general a menos de 1.000 metros de
profundidad, para mantener distancia con respecto a las aguas freáticas
-Prohibir el fracking en zonas de fracturas geológicas, ya que las
fracturas pueden servir de canales de ascenso para el líquido usado en el
fracking.
- Las aguas servidas derivadas de la técnica de fracking deben ser
eliminadas sin contaminar el ambiente.
Ley de restricción
No sorprende que el “fracking” en Alemania no goce de popularidad. A
principios de julio del año en curso, Sigmar Gabriel, ministro de
Economía, y Barbara Hendricks, ministra de Medio Ambiente, ambos del Partido
Socialdemócrata Alemán (SPD), han presentado un plan para una nueva ley que
propone que el “fracking” de gas de esquisto sea sólo posible a partir de una
profundidad de 3.000 metros.
Esta
profundidad ha sido bien escogida, ya que el gas económicamente viable para ser
extraído en Alemania se halla entre 1.000 a 2.500 metros de profundidad.
Posteriormente, para el 2021, el proyecto de ley propone prohibir la práctica
por completo, siendo esta posible entonces sólo bajo condiciones especiales.
Una portavoz del Ministerio Federal del Medio Ambiente de Alemania dijo a DW,
se espera que la propuesta de ley, que está en actual debate en el Parlamento,
sea aprobada en los próximos meses.
Autor
Jens Thurau - Enlace permanente: http://dw.de/p/1DZp5