Residentes esperan los vehículos gubernamentales que los llevarán Tecloban, centro del país, por la llegada del tifón Hagupit. |
El Gobierno de Filipinas anunció que las distintas agencias
involucradas en los preparativos ante la llegada del tifón han apartado 105
millones de dólares para prestar apoyo a los damnificados.
Las autoridades filipinas suspendieron este jueves las
clases y cerraron oficinas públicas en gran parte del país, a 48 horas de la
llegada del tifón Hagupit, que ya está generando vientos de hasta 240
kilómetros por hora.
El tifón, que en término local significa
"latigazo" es probable que toque tierra en la isla de Samar el
sábado. El Centro Conjunto de Alerta de Tifones, con base en Hawai (Estados
Unidos), informó que el huracán entró en el área de responsabilidad de
Filipinas esta mañana y se ha fortalecido hasta convertirse en un supertifón.
Las Fuerzas Armadas y el servicio de guardacostas filipinos
fueron alertados, al igual que las agencias gubernamentales implicadas en la
repuesta a las catástrofes naturales y equipos de urgencia de la Cruz Roja.
Los peligros a tener en cuenta son las inundaciones y
crecidas de río causadas por las intensas lluvias que acompañan al supertifón,
deslizamientos y avalanchas de tierra, árboles, postes, tejados y cualquier
otro material arrastrado por los vientos huracanados.
Algunos residentes de Tacloban (centro) ya fueron evacuados
a un estadio cerrado. Muchos habitantes de la ciudad siguen viviendo en carpas
debido al tifón Haiyan en 2013, que causó más de seis mil muertes y
desaparecidos, además de 14 millones de damnificados en todo el país.
Entre 15 y 20 tifones llegan a Filipinas cada año durante la
temporada lluviosa, que empieza generalmente en junio y finaliza en noviembre.