Los científicos que han probado y analizado el champán
francés de 170 años hallado en 2010 en un barco hundido en el mar Báltico
aseguran, tras haber examinado las marcas en los corchos de las botellas, que
pertenece a los conocidos fabricantes Veuve Clicquot-Ponsardin, Heidsieck y
Juglar.
Además los especialistas que han estudiado la bebida han
constatado su gran dulzor, ya que contiene 140 gramos de azúcar por litro
(cerca del triple de lo que se estila actualmente y de lo que se encuentra en
una botella de Coca-Cola).
"Era un muy buen champán, impresionante. Me quedé
durante mucho tiempo con su aroma en la boca", contó Philippe Jeandet,
profesor de bioquímica alimentaria de la Facultad de Ciencias de la Universidad
de Reims (Francia) y coautor de la investigación, citado por 'El Comercio'.
El vino fue hallado en junio de 2010 por un grupo de
buceadores suecos que investigaba buques hundidos en aguas territoriales de las
Islas de Åland (Finlandia).
Según los especialistas, la carga de la bebida exquisita,
que gozaba de una popularidad especial entre los aristócratas rusos, estaba
destinada a la corte imperial de San Petersburgo. Para confirmar sus
evaluaciones, las autoridades de Finlandia mandaron unas onzas de vino para la
prueba a Francia.