Después de la entrega a Teherán de los antiaéreos rusos
S-300, los que quieran atacar al país persa lo pensarán dos veces, según señaló
el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Seguéi Lavrov.
Al mismo tiempo, el jefe de la diplomacia rusa señaló que
"ni Moscú ni Teherán necesitan una alianza militar". "No hemos
recibido ninguna propuesta por parte de Irán. Es poco realista e
innecesario", sostuvo.