"Estamos ungiendo una aristocracia que está consiguiendo
un agarre más y más fuerte sobre la democracia", insistió ante ProPublica
Miles Rapoport, presidente de Common Cause, un grupo defensor enfocado en
reducir la influencia del dinero en la política.
actualidad.rt - Los superricos pueden volar en sus propios
aviones y ver películas en cines propios. Y más y más de ellos invierten hoy en
día en la política, denuncia la agencia de noticias independiente ProPublica,
pronosticando una influencia sin precedentes de los multimillonarios
estadounidenses en la campaña electoral para las presidenciales de 2016.
Los 'Super PACs' son organizaciones formadas para juntar los
fondos recaudados por sus miembros y utilizarlos en campañas (o anticampañas)
electorales. No tienen derecho a donar dinero directamente a los candidatos
políticos, pero gracias a dos decisiones judiciales dictadas en 2010, pueden
recaudar sumas ilimitadas de corporaciones, sindicatos, asociaciones o personas
físicas y gastar unas sumas también ilimitadas en abogar abiertamente a favor o
en contra de un candidato.
Durante los comicios al Congreso de medio mandato, en 2014,
había 59 'Super PACs', donde al menos un 80% de los fondos procedía de un solo
donante. En total, comités de este tipo recaudaron 113 millones de dólares, 4
veces más que en 2012, calculan Faturechi y Stray. En adición a los comités
dominados por un individuo, decenas más recibieron la mayor parte de sus fondos
de una sola compañía, grupo laboral u organización defensora: representaron un
8,6% de los fondos recaudados por todos los 'Super PACs'.
En 2016, la tendencia continuará, opina ProPublica. "El
surgimiento de grupos de un solo donante es un nuevo ejemplo de cómo los
cambios en la ley están dando una enorme influencia a un puñado de
financiadores. A través de un 'Súper PAC', un donante puede empujar una agenda
más estrecha sin ayuda de nadie", concluyen los expertos.