Estas protuberancias denominadas filamentos son visibles
sobre el disco solar como estructuras alargadas y oscuras parecidas a una
especie de fibra.
La imagen publicada por la NASA fue captada el pasado 28 de
mayo con la ayuda del Observatorio de Dinámica Solar (Solar Dynamics
Observatory) de la agencia norteamericana, que viene vigilando permanentemente
al astro rey desde 2010, informa National Geographic.
Los especialistas señalan que si estos filamentos en forma
de flecha se extendieran en una línea recta, su longitud sería casi igual al
diámetro del Sol, que es alrededor de 1,4 millones de kilómetros.
Estas protuberancias surgen por la condensación de
sustancias gaseosas relativamente frías (en comparación con la corona solar)
que quedan suspendidas en la superficie debido al campo magnético del Sol, y
que son claramente visibles durante los eclipses totales de nuestra estrella.
El resto del tiempo se pueden observar a través de dispositivos espectrales
especiales, filtros de interferencia, cronógrafos, telescopios cromosféricos y
otros equipos.