biodiversidadla.org-Fuente: Ojarasca.- El documento registra 916 conflictos actuales relacionados con este despojo ( PDF en http://www.comda.org.mx ), cifra que seguirá creciendo.
Una abrumadora cantidad de empresas
y organismos dizque públicos saquean regiones enteras. Sólo en Chihuahua,
Coahuila, Colima, Durango, Michoacán, Nuevo León, Sonora, Veracruz y Zacatecas
se concentra el 75 por ciento de los conflictos de comunidades contra este
robo, legalizado bajo el mandato de Enrique Peña Nieto mediante reformas
antinacionales adobadas desde los anteriores gobiernos.
Las grandes cuencas hidrológicas de Chiapas,
Tabasco, Guerrero. y Oaxaca se encuentran brutalmente amenazadas. Algo
explosivo. Las prospecciones ponen en la estacada a las comunidades indígenas y
campesinas, oficialmente “menos importantes” que los enclaves industriales,
extractivos y turísticos, así como los centros urbanos donde residen y tienen albercas,
jardines, clubes de golf y fuentes iluminadas los nuevos dueños del agua, Si
bien la ciudades se dirigen igualmente a la escasez definitiva
J. de Jesús Lemus (en Reporte
Índigo, 28/2/2018) sostiene que “la guerra por el agua ya comenzó”, y
apunta que “de todos los sectores industriales que actualmente se disputan el
agua con los pobladores de diversas regiones”, la minería es el que más agua
consume, lo cual lleva “a la movilización constante de organizaciones civiles a
fin de revertir la norma de distribución”. Desoladora y quizás erróneamente
concluye que las protestas no surten “ningún efecto, salvo el que termina con
pobladores reclamantes en conflicto con la ley”. Cita el caso de Cuetzalan, en
Puebla, donde activistas opuestos a cuatro proyectos de la Comisión Federal de
Electricidad (CFE) tienen orden de aprehensión.