https://youtu.be/GjhHVtMIJUk |
En Entrevista, de RT, Valeri Spiridónov, la primera persona
cuya cabeza será trasplantada a otro cuerpo, revela cómo conoció al
neurocirujano italiano Canavero, quien está dispuesto a realizar tal operación
y por qué el trasplante de cabeza es interpretado como doble asesinato en
algunos países. Además, el ruso de treinta años explica en que se asemeja esa
operación a los primeros vuelos al espacio y por qué no cree que sea un desafío
a Dios o un camino hacia la inmortalidad.
"Yo estoy completamente dispuesto a llegar hasta el
final y hacerlo realidad", ha sostenido Spiridónov que se prestó voluntario
para someterse al primer trasplante de cabeza de la historia, a manos del
neurocirujano italiano Sergio Canavero. Como resultado, Valeri, que sufre una
grave distrofia muscular, espera recibir un nuevo cuerpo. (VER ENTREVISTA EN VIDEO)
"Esta operación es necesaria no solo para mí sino para
toda la humanidad, porque el impulso que dará a la ciencia podrá revolucionar
tanto la medicina como otras ramas científicas afines", aseguró Spiridónov
frente al escepticismo con el que la comunidad científica ve la operación. Descartó,
además, la existencia de problemas éticos o morales. Insistió en que su donante
será o un condenado a muerte o un hombre con el cerebro muerto tras un
accidente o un derrame cerebral.
En cuanto a su nuevo cuerpo, comentó que no tenía
preferencia alguna. Puntualizó, además, que es poco probable que, de tener
realizarse con éxito el trasplante, su carácter cambie, tal y como vaticinan
numerosos relatos de ciencia ficción. "Espero que nuestra personalidad se
conserve en el cerebro, y en cuanto a capacidades meramente técnicas, como
controlar los movimientos de piernas y brazos, no creo que eso cambie la
personalidad. Espero seguir siendo yo. Seguiré siendo el hombre llamado Valeri
Spiridónov, pero seré un hombre sano", insistió.
Haciendo referencia a los estudios ya publicados por
Canavero, Spiridónov detalla que la operación durará 36 horas y que los médicos
trabajarán por turnos para evitar que se cometan errores a causa del cansancio.
Se espera la participación de especialistas de todas las ramas de la medicina:
desde inmunólogos hasta anestesistas. La operación constará de varias etapas. En
la primera, se enfriarán los tejidos del cerebro y los tejidos del cuerpo del
donante. Después de la operación habrá un mes de coma durante el cual se
soldarán las fibras nerviosas y los tejidos óseos, a lo cual seguirá un año de
rehabilitación.
Según detalla Spiridónov, el mayor desafío será la
regeneración del tejido nervioso de la médula espinal: es necesario que las
fibras nerviosas del cerebro se conecten con las correspondientes fibras
nerviosas del cuerpo y puedan controlarlo. Puntualiza que la propuesta de
Canavero es usar ciertos biogeles y un tratamiento eléctrico, entre otras
cosas, para conseguir que el tejido nervioso de la médula espinal se recupere y
se adapte.
Al mismo tiempo, admite: "Si me pongo a imaginar
detalladamente todo el proceso asumo que pueden surgir muchos problemas en cada
una de las etapas. […] Le digo más: de momento hay más riesgos que
posibilidades de éxito". Pero eso no le quita su determinación. "El
riesgo es similar al de los primeros vuelos pilotados o al de los primeros
vuelos al espacio. […] Me tranquiliza que tanto Gagarin como Armstrong
regresaron y vivieron una vida larga y feliz, aunque en el caso de Gagarin no
tan larga como hubiera podido ser", argumenta Spiridónov.