El 80% de las personas que permanecen más de ocho horas delante de la pantalla del ordenador sufre estrés visual como respuesta a un esfuerzo ocular excesivo
Imagen: bark |
Por MONTSE ARBOIX - Vista cansada, visión borrosa, ineficacia visual y dolor de cabeza, dolor muscular en la zona cervical y de la espalda y fatiga general son algunas de las manifestaciones que pueden poner en alerta a quienes se pasan demasiadas horas delante de una pantalla de ordenador. En este artículo se describe cómo el estrés visual, producido por una gran demanda de visión durante periodos de tiempo muy prolongados y por no seguir unas pautas ergonómicas correctas, puede provocar fatiga visual.
Los síntomas más habituales de la astenopía son: malestar ocular con tensión ocular, visión borrosa, sensación esporádica de diplopía (visión doble), sensación de cansancio ocular y pesadez en los ojos; enrojecimiento ocular, escozor y aumento de la secreción de lágrimas; disminución de la agudeza visual y percepción borrosa de los objetos; y dolor de cabeza.
Este efecto de cansancio ocular o incomodidad visual es corriente en personas que realizan su trabajo a corta distancia y durante periodos de tiempo prolongados, es decir, que someten el órgano de la vista a una situación de estrés continuo. El esfuerzo ocular que hay que hacer para conseguir una visión adecuada mantenida hace que la persona tenga la sensación de que mengua su agudeza visual, aunque sea de manera transitoria.
Seis consejos para reducir el estrés visual
Con el objetivo de disminuir el estrés visual en el área de trabajo, los especialistas recomiendan tener en cuenta una serie de pautas ergonómicas:
Estrés visual en niños
Los niños también sufren estrés visual. Martina Abel, óptica-optometrista especialista en la terapia visual dentro del ámbito educativo, explica que, "a pesar de que la mayoría de las funciones visuales (acomodación, convergencia y motilidad ocular) son como las de los adultos, la percepción visual no madura hasta los siete años, y es a partir de entonces cuando el sistema visual está preparado para gestionar las demandas visuales. Sin embargo, el programa educativo vigente obliga a los menores a forzar la vista antes de que esté por completo desarrollada".
Así, a los pequeños se les presiona para que adelanten aprendizajes. Según un estudio de la Universidad de Cambridge (Reino Unido), los cinco años es una edad demasiado temprana para enseñar a leer. En otras palabras, los niños, igual que sucede con los adolescentes y los adultos, cada vez están más obligados a forzar la vista con el uso frecuente de pantallas de distinto tamaño (ordenadores, teléfonos móviles, tabletas, etc.).
No poder estudiar por dolor de cabeza, no poder terminar un trabajo por lagrimeo constante e, incluso, no comprender las instrucciones escritas de un problema de matemáticas son algunas de las excusas que pueden poner en alerta a los progenitores.
En los escolares es importante, además:Fomentar la actividad al aire libre que, no solo lucha contra el sedentarismo, sino que fuerza a fijar la vista de lejos, lo que ayuda a la reducción de la fatiga visual.
Limitar el uso de la televisión a menos de dos horas al día, sentarse a más de dos metros de la pantalla y verla con la luz encendida. Es fundamental corregir la postura del niño y enseñarle a desviar, de vez en cuando, la mirada. También habría que restringir el uso de videojuegos y ordenador.
De hecho, los resultados del estudio IDEFICS, realizado en más de 16.000 niños de ocho países europeos y con edades comprendidas entre los dos y los nueve años, demostraban que uno de cada cinco menores europeos sufre exceso de peso, con una mayor prevalencia en los países del sur de Europa, como España.
Entre los hábitos nocivos más arraigados están un insuficiente ejercicio físico (menos de 60 minutos diarios de ejercicio físico de moderado a intenso) y un exceso de horas delante de una pantalla (más de 14 horas a la semana).