La escasez de agua en
la región será fundamental para el futuro geopolítico de Oriente Medio con
independencia de quién sea el vencedor militar en los conflictos que se están
librando en estos momentos. La lucha por los recursos hídricos será la principal
causa de agitación en la región durante los próximos años, informa el portal
vestifinance.ru.
actualidad.rt -
Mediante el uso de datos obtenidos por satélite, investigadores de la
Universidad de California, de la NASA y del Centro Nacional de Investigación
Atmosférica de EE.UU. han hallado que la mayor parte de Oriente Medio se
enfrenta a la pérdida de agua dulce desde el año 2003. Además, a partir de ese
mismo año los conflictos regionales se han acentuado, lo que ha agravado la
situación aún más.
Parte de las cuencas
fluviales de Turquía, Siria, Irak e Irán existentes a lo largo de los ríos
Tigris y Éufrates han perdido 144 kilómetros cúbicos de agua dulce, el
equivalente al volumen del mar Muerto. Los científicos atribuyen la mayoría de
estas pérdidas al agotamiento de las aguas subterráneas.
A esta escasez del
preciado líquido se le suma que la tasa de crecimiento de la población en la
zona se encuentra entre las más altas del mundo. Desde el año 1990 hasta el
2010 la población de esta parte de Oriente Medio creció en un 50 por ciento,
alcanzando los 124 millones de personas.
"Sin agua no hay
civilización. Si las tendencias actuales continúan, e incluso podrían aumentar,
la mayor parte del Oriente Medio puede convertirse en una región donde se
desarrollará una de las peores catástrofes humanitarias de la historia de la humanidad",
escribe el portal.
¿Agua como arma?
El grupo terrorista
del Estado Islámico es consciente de que el control sobre la infraestructura
del agua es una poderosa herramienta para poder expandir su influencia a través
de Oriente Medio y ganarse el apoyo de las poblaciones locales. "Si [el EI]
consiguiera mantener los servicios, la gente lo apoyaría hasta el último
segundo", opina la analista Allyson Beach.
"Usar el acceso
al agua como táctica o arma durante un conflicto, o elegir como blanco las
instalaciones de agua o de energía, no solo viola las leyes de los conflictos
armados, sino que también tiene efectos muy nocivos sobre la vida de las
personas, cuya salud ya es extremadamente vulnerable", afirma Robert
Mardini, jefe de operaciones para Oriente Medio del Comité Internacional de la
Cruz Roja.
Según la organización,
la infraestructura del agua está siendo blanco bélico de forma deliberada y, en
ocasiones, las redes de agua están siendo utilizadas como "moneda de
cambio político o militar".