
Una carrera que no ha hecho más que comenzar. Por un lado,
la OPEP, liderada por Arabia Saudita, ha impulsado su producción con el
objetivo de hundir los precios del oro negro tratando de expulsar del mercado
al 'fracking' impulsado por EE.UU., el cual tiene un coste más elevado. Según
un alto cargo del país árabe, la estrategia ha dado sus frutos ya que EE.UU. no
ha tenido más remedio que cerrar el 60% de sus plataformas, informa BusinessInsider.