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El presidente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos advirtió que el organismo podría despedir a 40 por ciento de su personal por falta de fondos. Urgió a que los Estados miembros incrementen sus aportaciones.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) se enfrenta a "la peor crisis financiera" de su historia, lo que tendrá efectos inmediatos en su labor para velar por los derechos humanos en las Américas, advirtió hoy su presidente James Cavallaro.
"Tenemos las arcas absolutamente vacías (...) Estamos al borde del colapso como nunca antes", reconoció Cavallaro en un artículo de opinión publicado en el diario español El País y titulado "Al borde del abismo".
Si los Estados miembros de la Organización de los Estados Americanos (CIDH) no destinan más dinero a la CIDH, este organismo autónomo tendrán que despedir en agosto al 40 por ciento de su personal y quedarse con "una plantilla de 48 funcionarios a cargo de proteger los derechos humanos de mil millones de personas que habitan este continente", advirtió Cavallaro.