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Luis Caffarelli recoge en Oslo el Premio Abel

El argentino, profesor en la Universidad de Texas, es el primer latinoamericano en obtener el conocido como "Nobel de las Matemáticas"

Caffarelli, primer latinoamericano que gana el galardón, fue distinguido por la Acade mia Noruega de las Ciencias y las Letras por sus contribuciones "fundamentales" a "la teoría de la regularidad de las ecuaciones diferenciales parciales no lineales, incluidos los problemas de frontera libre y la ecuación de Monge-Ampère".

Las ecuaciones diferenciales desempeñan un papel de "primer orden" en numerosas disciplinas como la Física, la Economía y la Biología, pero las cuestiones fundamentales relativas a la existencia, singularidad, regularidad y estabilidad de las soluciones de algunas de ellas no se han resuelto.

Caffarelli, de 74 años, nació en Buenos Aires y estudió Matemáticas en la universidad de su ciudad natal, donde se doctoró en 1972 con una tesis sobre polinomios. Un año después, se mudó a Minnesota (Estados Unidos) para hacer un posgrado. Actualmente es todavía profesor de la Universidad de Texas.

El Premio Abel se denomina así en recuerdo del matemático noruego Niels Henrik Abel (1802-1829) y fue establecido por el Parlamento de este país escandinavo en 2002. Está dotado con 7,5 millones de coronas noruegas (659.000 euros, 708.000 dólares).

El "núcleo" cambia, de velocidad y en dirección.

¿El núcleo interno de la Tierra ha comenzado a cambiar la dirección de su rotación?

Al analizar los datos de las ondas sísmicas en las últimas seis décadas, científicos chinos de la Universidad de Pekín concluyeron que la rotación del núcleo "casi se detuvo hacia 2009 y luego giró en dirección opuesta".

Aunque los científicos califican de "sorprendentes" sus hallazgos, todavía se necesitan más investigaciones para confirmarlos.

Sismólogos de la Universidad de Pekín han dado a conocer que el análisis de los datos de los terremotos sugiere que el núcleo interno de la Tierra dejó de girar más rápido que el manto del planeta en el año 2009. Hasta ese momento, la comunidad científica consideraba que el núcleo interno giraba más rápido que el resto del planeta, pero según un nuevo estudio, en algún momento de la última década, aparentemente dejó de hacerlo y posiblemente vaya a cambiar su dirección de rotación.
Artículo: La oscilación multidecenal del núcleo interno de la Tierra, que coincide con la duración del día y las variaciones del campo magnético, está experimentando una pausa y puede estar invirtiéndose

 Article: Multidecadal oscillation of the Earth’s inner core, coinciding with length of day and magnetic field variations, is experiencing a pause and may be reversing@PKU1898https://t.co/q0kuks1L52 pic.twitter.com/1JYliX5ygX

Yi Yang y Xiaodong Song Yang, quienes publicaron los hallazgos este martes en Nature Geoscience, sostienen que el núcleo interno ha detenido su giro en relación con el manto. Estudiaron terremotos entre 1995 y 2021, y encontraron que la rotación del núcleo interno con respecto al manto se había detenido alrededor del 2009. Consideran que es un verdadero fenómeno planetario relacionado con la rotación del núcleo, y no solo un cambio local en la superficie del núcleo interno. "Nos sorprendió bastante", dijeron.

También compararon este patrón reciente con los registros sísmicos de Alaska de los dobletes de las Islas Sándwich del Sur, que se remontan a 1964, y parece estar asociado con un retroceso gradual del núcleo interno como parte de una oscilación de aproximadamente siete décadas, con otro punto de inflexión a principios de la década de 1970. Todo sugiere que este cambio cíclico en la dirección de la rotación se lleva a cabo en períodos de décadas.

"Un ciclo completo (en una dirección y en la otra) de este movimiento dura alrededor de siete décadas", según los investigadores. El último cambio de rotación había ocurrido a principios de los años 1970. Y el próximo tendrá lugar a mediados de los años 2040, completando el ciclo, según los científicos chinos.Este movimiento se ajustaría más o menos a los cambios en la duración del día, ínfimas variaciones en el tiempo exacto que la Tierra necesita para efectuar una rotación sobre su eje, añaden.

¿Más rápido o más lento?

La Tierra está formada por varias capas: la corteza, el manto, el núcleo externo y el núcleo interno.

El núcleo del planeta fue descubierto en la primera mitad del siglo pasado, el cual consiste en un centro sólido, formado por hierro y níquel, dentro de una capa compuesta fundamentalmente de hierro fundido y otros elementos. El núcleo externo líquido permite que el núcleo interno gire a su propio ritmo con relación al resto del planeta.

Desde la década de 1960, el tiempo de viaje de las ondas sísmicas que emanan de los terremotos cambió durante las tres décadas siguientes, lo que indicó a los investigadores que el núcleo interno gira más rápido que el manto del planeta.

Sin embargo, en contraposición a esta idea, otros investigadores que analizaron los datos de ondas sísmicas generadas por explosiones de pruebas nucleares estadounidenses en 1969 y 1971, informaron que, entre esos años, el núcleo interno de la Tierra había rotado más lentamente que el manto. Solo después de 1971, dicen, se aceleró y comenzó a girar en exceso.

Una "larga historia de registro continuo de datos sísmicos es fundamental para monitorear el movimiento del corazón del planeta", sostienen Yang y Song.

Webb revela ‘el lado oscuro’ de la química del hielo preestelar

NASA.- Si deseamos construir un planeta habitable, los hielos son un­ ingrediente vital porque son la fuente principal de varios elementos clave, a saber: carbono, hidrógeno, oxígeno, nitrógeno y azufre (denominados aquí como CHONS). Estos elementos son ingredientes importantes tanto en las atmósferas planetarias como en moléculas como los azúcares, los alcoholes y los aminoácidos simples.

Un equipo internacional de astrónomos que utilizan el telescopio espacial James Webb de la NASA ha obtenido un inventario detallado de los hielos más profundos y fríos que se hayan medido hasta la fecha en una nube molecular. Además de hielos simples como el agua, el equipo pudo identificar formas congeladas de una amplia gama de moléculas, desde sulfuro del carbonilo, amoníaco y metano, hasta la molécula orgánica compleja más simple, el metanol. (Los investigadores consideraron que las moléculas orgánicas eran complejas cuando tenían seis o más átomos). Este es el censo más completo hasta la fecha de los ingredientes de los hielos disponibles para la creación de futuras generaciones de estrellas y planetas, antes de que se calienten durante la formación de las estrellas jóvenes.

“Nuestros resultados brindan información sobre la etapa química inicial y oscura de la formación de hielo en los granos de polvo interestelar que crecerán hasta convertirse en guijarros del tamaño de un centímetro, a partir de los cuales se forman los planetas en los discos”, dijo Melissa McClure, astrónoma del Observatorio de Leiden en los Países Bajos, quien es la investigadora principal de este programa de observación y autora principal del artículo científico que describe este resultado. “Estas observaciones abren una nueva ventana para conocer las vías de formación de las moléculas simples y complejas que se necesitan para fabricar los componentes básicos de la vida”.

Además de las moléculas identificadas, el equipo encontró evidencia de moléculas más complejas que el metanol y, aunque no atribuyeron definitivamente estas señales a moléculas específicas, esto demuestra por primera vez que las moléculas complejas se forman en las profundidades heladas de las nubes moleculares antes de que nazcan las estrellas.

“Nuestra identificación de moléculas orgánicas complejas, como el metanol y potencialmente el etanol, también sugiere que los muchos sistemas estelares y planetarios que se desarrollan en esta nube en particular heredarán moléculas en un estado químico bastante avanzado”, agregó Will Rocha, astrónomo del Observatorio de Leiden, quien contribuyó a este descubrimiento. “Esto podría significar que la presencia de precursores de moléculas prebióticas en los sistemas planetarios es un resultado común de la formación de estrellas, en lugar de una característica única de nuestro propio sistema solar”.

Los astrónomos han hecho un inventario de los hielos más profundamente incrustados hasta la fecha en una nube molecular fría. Utilizaron la luz de una estrella en el fondo, denominada NIR38, para iluminar la nube oscura llamada Camaleón I. Los hielos dentro de la nube absorbieron ciertas longitudes de onda de luz infrarroja, dejando señales espectrales llamadas líneas de absorción. Estas líneas indican qué sustancias están presentes dentro de la nube molecular. Estas gráficas muestran datos espectrales obtenidos por tres de los instrumentos del telescopio espacial James Webb. Además de hielos simples como el agua, el equipo científico pudo identificar formas congeladas de una amplia gama de moléculas, desde dióxido de carbono, amoníaco y metano, hasta la molécula orgánica compleja más simple, el metanol.
Ilustración: NASA, ESA, CSA y J. Olmsted (STScI); Investigación científica: K. Pontoppidan (STScI), N. Crouzet (Universidad de Leiden), Z. Smith (The Open University) y M. McClure (Observatorio de Leiden)

Al detectar el sulfuro de carbonilo del hielo que contiene azufre, los investigadores pudieron estimar por primera vez la cantidad de azufre incrustado en los granos de polvo de los hielos preestelares. Si bien la cantidad medida es mayor que la observada anteriormente, sigue siendo menor que la cantidad total que se espera que esté presente en esta nube, en función de su densidad. Esto también es cierto para los otros elementos de CHONS. Un desafío clave para los astrónomos es comprender dónde se esconden estos elementos: en hielos, en materiales similares al hollín o en rocas. La cantidad de CHONS en cada tipo de material determina cuánto de estos elementos acaban en la atmósfera de los exoplanetas y cuánto en su interior.

“El hecho de que no hayamos visto todos los CHONS que esperamos podría indicar que están atrapados en materiales más rocosos o ennegrecidos de hollín que no podemos medir”, explicó McClure. “Esto podría permitir una mayor diversidad en la composición general de los planetas terrestres”.

La caracterización química de los hielos se logró estudiando de qué manera la luz estelar más allá de la nube molecular era absorbida por las moléculas de los hielos dentro de la nube, en longitudes de onda infrarrojas específicas que son visibles para Webb. Este proceso deja señales químicas conocidas como líneas de absorción, las cuales pueden compararse con datos de laboratorio para identificar qué hielos (moléculas congeladas) están presentes en la nube molecular. En este estudio, el equipo se centró en los hielos enterrados en una región particularmente fría, densa y difícil de investigar de la nube molecular de Camaleón I, una región a unos 500 años luz de la Tierra que actualmente se encuentra en proceso de formación de decenas de estrellas jóvenes.

“Simplemente, no habríamos podido observar estos hielos sin Webb”, explicó Klaus Pontoppidan, científico del proyecto Webb en el Instituto de Ciencias del Telescopio Espacial (STScI, por sus siglas en inglés) en Baltimore, Maryland, quien participó en esta investigación. “Los hielos aparecen como depresiones contra un fondo continuo de luz estelar. En regiones tan frías y densas, gran parte de la luz estelar de fondo está bloqueada, y fue necesaria la exquisita sensibilidad de Webb para detectar la luz estelar y, por lo tanto, identificar los hielos dentro de la nube molecular”.

Esta investigación forma parte del proyecto Ice Age (Edad de Hielo), uno de los 13 programas de Primeras Observaciones Científicas (ERS, por sus siglas en inglés) de Webb. Estas observaciones están diseñadas para mostrar las capacidades de observación de Webb y para permitir que la comunidad astronómica aprenda a sacar el máximo provecho de sus instrumentos. El equipo de Ice Age ya tiene planificadas otras observaciones y espera rastrear el trayecto de los hielos desde su formación hasta su incorporación en cometas de hielo.

“Esta es solo la primera de una serie de instantáneas espectrales que obtendremos para ver cómo evolucionan los hielos desde su síntesis inicial hasta las regiones de formación de cometas en los discos protoplanetarios”, concluyó McClure. “Esto nos dirá qué mezcla de hielos —y, por lo tanto, qué elementos— pueden eventualmente ser transportados a la superficie de los exoplanetas terrestres o incorporados a la atmósfera de planetas gigantes de gas o hielo”.
Estos resultados fueron publicados en la edición del 23 de enero de Nature Astronomy.

Rejuvenecen ratones

"Es como reiniciar una computadora que no funciona correctamente", explicó David Sinclair, profesor de genética de la Universidad de Harvard.

Harvard College / Sinclair lab

Científicos de la Universidad de Harvard (EE.UU.) han alcanzado un hito clave en el aprendizaje para revertir el envejecimiento tras una serie de experimentos con ratones. En el trabajo de 13 años de desarrollo, publicado esta semana en la revista Cell, el profesor de genética David Sinclair y su equipo dan cuenta de que no solo pueden manipular la vejez de los roedores en un periodo de tiempo acelerado, sino que también pueden revertir los efectos de tal proceso y restaurar algunos de los signos biológicos de juventud en los animales.

Si bien a menudo se asume que el envejecimiento es el resultado de mutaciones genéticas que hacen que nuestros cuerpos se deterioren y mueran, Sinclair cree que ese no es el caso.

El estudio demuestra por primera vez que la degradación en la forma en que se organiza y regula el ADN, conocida como epigenética, puede provocar el envejecimiento en un organismo, independientemente de los cambios en el código genético en sí. Sinclair ha propuesto durante mucho tiempo que el envejecimiento es el resultado de la pérdida de instrucciones críticas que las células necesitan para seguir funcionando, en lo que él llama la "Teoría de la Información del Envejecimiento".

Para comprobar su hipótesis, se imitaron los efectos del envejecimiento en el epigenoma mediante la introducción de rupturas en el ADN de ratones jóvenes. Una vez 'envejecidos' de esta manera, en cuestión de semanas se observó que los animales comenzaron a mostrar signos de edad avanzada: pelaje gris, peso corporal más bajo a pesar de una dieta inalterada, actividad reducida y mayor fragilidad.

Luego, los investigadores les dieron a los ratones una terapia génica que revirtió los cambios epigenéticos causados por las rupturas de ADN. Como resultado, ratones envejecidos y ciegos lograron recuperar la vista y desarrollaron cerebros más jóvenes e inteligentes.

"Es como reiniciar una computadora que no funciona correctamente", manifestó Sinclair. Asimismo, aseveró que su trabajo respalda la hipótesis de que las células de los mamíferos mantienen una especie de copia de seguridad del 'software' epigenético que, cuando se accede a ella, puede permitir que una célula envejecida y revuelta epigenéticamente se reinicie a un estado saludable y juvenil.

Nuevo enfoque para diseñar placas de circuito impreso fácilmente reciclables.

En artículo publicado por la revista Nature un equipo de investigadores de Kazajstán proponen un nuevo método para reutilizar materiales no renovables que cada día incrementan el índice de contaminación, sobre todo porque son materiales utilizados en la producción de productos cuyo consumo se incrementa a diario.

Oportunidades para investigadores y emprendedores, quienes deberán contar con apoyo institucional para el desarrollo de nuevos procesos amigables con la vida y el progreso.


Debido a la cantidad cada vez mayor de desechos electrónicos (e-waste) en todo el mundo, el problema de la eliminación eficaz de los Desechos de Placas de Circuito Impreso (WPCB), que son productos peligrosos para el medio ambiente, difíciles de reciclar y económicamente valiosos, se ha convertido en un problema ambiental importante.

 Desafio: Las técnicas de reciclaje convencionales de WPCB tienen baja eficiencia y requieren un procesamiento duro, como tratamiento térmico y alta presión. Este artículo presenta un nuevo material compuesto para la fabricación de Placas de Circuito Impreso (PCB) que puede reciclarse fácilmente en sus componentes originales y reutilizarse. Además, los componentes de PCB más valiosos (componentes electrónicos que contienen metales preciosos) pueden separarse fácilmente de la placa de circuito impreso y reutilizarse.

Por lo tanto, propusimos un nuevo proceso para la fabricación y el reciclaje de PCB utilizando PLA (Ácido polilactico) como aglutinante para el reciclaje eficiente y ecológico de WPCB. La novedad del método consiste en sustituir las resinas termoendurecibles tóxicas y difíciles de reciclar que se utilizan actualmente para la producción de PCB por PLA, que es biodegradable y fácilmente reciclable.

 El estudio encontró que PLA-PCB (Material compuesto hecho en laboratorio compuesto por tela de fibra de vidrio tejida con un aglutinante PLA) se puede reciclar fácilmente a sus componentes originales. En última instancia, después de reciclar la PCB PLA fabricada en laboratorio, más del 95 % del peso de las materias primas y el 100 % del peso de los componentes electrónicos se pueden recuperar para su reutilización.

Actualmente, la industria de PCB se basa en la sobreexplotación de recursos no renovables y se caracteriza por un bajo reciclaje de WPCB, lo que no cumple con los principios de una economía sostenible y, en última instancia, aumenta el precio final. Desde este punto de vista, cambiar gradualmente a materias primas renovables en la producción de PCB comerciales e implementar procesos para su fácil reciclaje puede tener un impacto positivo en la conservación de recursos valiosos no renovables y la posibilidad de su reutilización. La implementación de la fabricación y el reciclaje de PLA-PCB propuesta en este artículo podría promover que la industria de fabricación de PCB esté mucho más cerca de adoptar una economía circular.

Abreviaturas:
WPCB: (Residuos de placa de circuito impreso)
PLA: (Ácido polilactico)
PLA-PCB: (Material compuesto hecho en laboratorio compuesto por tela de fibra de vidrio tejida con un aglutinante PLA)

Estudio completo acá
Documento en PDF 

Indígenas estadounidenses rompieron el ciclo de incendios forestales destructivos.

Estudios que pueden ayudar a fortalecer la investigación en el Amazonas para entender y tratar de mantener viva esa gran gestora de vida como lo es la selva en el centro del planeta.
Los indígenas estadounidenses rompieron el ciclo de incendios forestales destructivos. Así es como lo hicieron
Un estudio revela que los pueblos nativos pudieron proteger el paisaje de las conflagraciones relacionadas con el clima 

Un incendio forestal arde en el Bosque Nacional Apache-Sitgreaves en 2011. KEVORK DJANSEZIAN/GETTY IMAGES

POR ANDREW CURRYSCIENCE.- En el suroeste de los Estados Unidos, los incendios forestales suelen seguir un ciclo sombrío pero predecible. Cuando los años inusualmente húmedos son seguidos por otros cálidos y secos, el combustible se acumula y luego se quema. Pero una nueva mirada a miles de troncos de árboles con cicatrices de fuego de la región, combinados con arqueología e historias orales, indica que entre 1500 EC y 1900 EC (Era Común), las prácticas indígenas de manejo del fuego lograron romper ese ciclo, protegiendo el paisaje de las conflagraciones relacionadas con el clima. .

El estudio , publicado hoy en Science Advances , hace "un muy buen trabajo al abordar las preguntas con las que los paleoecólogos han luchado", dice Dave McWethy, paleoecólogo de la Universidad Estatal de Montana, que no participó en la investigación. "Pueden demostrar que, en una escala más pequeña, las personas tienen una influencia muy fuerte que puede amortiguar los efectos del clima".

Para determinar el impacto de la actividad humana en los incendios forestales, los investigadores recopilaron información de una base de datos de 4824 árboles con cicatrices de incendios en Arizona y Nuevo México. Las cicatrices, conocidas como "caras de gato" por el patrón que forman en los anillos de los árboles, se forman cuando el fuego daña el árbol lo suficiente como para detener el crecimiento en un punto del tronco, pero no lo suficiente como para matar la planta. Con el tiempo, un nuevo crecimiento cubre la cicatriz con tejido de los lados.

Junto con los anillos anuales de los árboles, las cicatrices forman un registro permanente de cuándo se produjeron los incendios, "hasta el año o incluso en qué parte de la temporada de crecimiento", dice el coautor Christopher Roos, arqueólogo ambiental de la Universidad Metodista del Sur. “Un árbol puede registrar incendios hasta 20 o 25 veces durante un período de 200 o 300 años”.

Los autores combinaron los datos de incendios de estas cicatrices con otra información que se puede obtener de los anillos de los árboles, como cuán húmedos o secos fueron los años previos al incendio. Trabajando con arqueólogos, ecólogos y expertos en incendios Diné (Navajo), Hemish (Jemez Pueblo) y Ndée (Apache), cuyas tierras tradicionales estaban cubiertas por los datos de anillos de árboles, luego compararon la información sobre incendios y clima con datos sobre tierras indígenas. usar con el tiempo.

Los arqueólogos han estado estudiando la cerámica y las fechas de radiocarbono de los asentamientos en toda la región durante más de un siglo, permitiéndoles saber cuándo y dónde vivían las personas, y cuándo pasaron de la caza y la recolección al pastoreo de ovejas.
 La tradición oral, por su parte, ofreció pistas complementarias sobre el uso tradicional del fuego y la presencia indígena en la zona.

“Solo hay unos pocos lugares en los EE. UU. donde tenemos acceso a ese tipo de datos de alta calidad”, dice McWethy. “La arqueología es la prueba irrefutable: cuando observa cambios en la actividad del fuego que se apartan de los patrones climáticos, puede presentar un sólido argumento de que es influencia humana”.

Una cicatriz de fuego "cara de gato"
registra cuando un incendio forestal dañó
un árbol.
CHRIS ROOS
El equipo descubrió que durante los períodos de poco uso de la tierra, cuando los grupos nativos americanos fueron expulsados ​​de sus tierras tradicionales por el conflicto con los colonos europeos o la guerra con los grupos vecinos, los incendios forestales siguieron su ciclo predecible: el combustible vegetal se acumuló durante los años húmedos y se volvió más probable quemarse durante los secos posteriores. Pero en períodos de tiempo y áreas geográficas donde los nativos manejaban activamente el paisaje de manera tradicional, recolectando madera para combustible o construcción y provocando incendios a pequeña escala para despejar tierras para la agricultura o el pastoreo, redujeron o eliminaron el exceso de combustible del paisaje antes de que se agotara. quemado fuera de control. Eso cortocircuitó la conexión entre los patrones climáticos y los incendios forestales.

"A escala local, esto muestra claramente que las personas pudieron mitigar los impactos del fuego", dice Lori Daniels, ecologista forestal de la Universidad de Columbia Británica, Vancouver, que no participó en el estudio. “Esto es lo que los pueblos indígenas nos han estado diciendo durante mucho tiempo, pero no creo que la ciencia occidental siempre haya escuchado”.

A medida que más tribus en los Estados Unidos y Canadá buscan restaurar las prácticas tradicionales de manejo del fuego en sus tierras, dicen los autores, los datos históricos pueden servir como una poderosa referencia para los tomadores de decisiones. "Conocer un poco sobre esa historia puede ayudar a la próxima generación a elaborar mejores políticas o tener mejores conversaciones sobre el manejo del fuego", dice Kerry Thompson, arqueólogo de la Universidad del Norte de Arizona, coautor y ciudadano de la Nación Navajo.

Aunque es probable que los cambios entre los años húmedos y secos sean más extremos en los próximos siglos, los investigadores dicen que reflejarán el pasado de manera importante. “Lo que vamos a ver es el mismo latigazo entre los años húmedos que acumulan combustible y los años secos que queman, pero aún más extremos”, dice el dendrocronólogo Kevin Anchukaitis de la Universidad de Arizona, que no participó en el trabajo. “Para tener un efecto que pueda superar el clima, será necesario quemarse mucho. Es una gran tarea superar la influencia del clima en estas escalas”.

Y aunque el clima cambiante significa que los siglos venideros serán diferentes del período analizado en el estudio, que tuvo lugar durante la inusualmente fría Pequeña Edad de Hielo, un tramo global de inviernos muy fríos y veranos templados que duró de los siglos 16 al 19, los colegas dicen que los hallazgos del estudio siguen siendo relevantes.

A medida que el mundo se calienta, por ejemplo, condiciones similares a las del suroeste de los Estados Unidos se volverán comunes en otros lugares, como en la Columbia Británica de Canadá, que perdió casi 1 millón de hectáreas por incendios forestales en los últimos 2 años. Daniels dice: "Las lecciones aprendidas del suroeste serán muy importantes a medida que el clima cambie estas condiciones más al norte".

Descubren cómo las bacterias inhiben los efectos de los antibióticos

CDC

Un equipo de científicos australianos descubrió un mecanismo desarrollado por las bacterias para resistir los tratamientos de antibióticos. Esta estrategia, indetectable con los métodos de análisis de laboratorio tradicionales, representa un nuevo reto para la industria farmacéutica y el sector de la salud, informó el Centro de Investigación Telethon.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que la resistencia a los antimicrobianos causará alrededor del mundo cerca de 10 millones de muertes hasta el 2050, por lo que saber cómo logran las bacterias sobrevivir a los tratamientos es de vital importancia para disminuir el número de fallecimientos a causa de infecciones bacterianas.

Salmonella Foto- NIAID -
La bacteria Salmonella (en rosa) invadiendo
una célula epitelial humana (en amarillo).
Durante su estudio, los expertos investigaron la resistencia a los antibióticos de los estreptococos A, un tipo de bacterias responsables de la escarlatina, una enfermedad potencialmente mortal que en las últimas semanas se ha cobrado la vida de al menos cuatro niños en el Reino Unido.

Eludiendo fármacos convencionales

Al examinar un antibiótico prescrito con regularidad como tratamiento para combatir las infecciones cutáneas por estreptococo A, los académicos descubrieron cómo el patógeno conseguía eludir por completo los efectos de este.

"Las bacterias necesitan fabricar sus propios folatos para crecer y, a su vez, causar enfermedades. Algunos antibióticos bloquean la producción de estos para detener el crecimiento de las bacterias y tratar la infección", explicó Timothy Barnett, coautor del estudio.

Sin embargo, detallan los académicos en un artículo publicado en Nature Communications, identificaron que una mutación en el gen 'thfT' recodifica el sistema de recolección de folato de las bacterias, permitiéndoles tomarlo directamente de su huésped humano cuando un fármaco, como el sulfametoxazol, inhibe la capacidad del patógenos de sintetizarlo, lo que hace que el medicamento sea ineficaz.

"Por desgracia, sospechamos que esto es solo la punta del iceberg. Hemos identificado este mecanismo en el estreptococo A, pero es probable que sea un problema más amplio", comentó Barnett, coautor de la publicación. "Sin antibióticos, nos enfrentamos a un mundo en el que no habrá forma de detener infecciones mortales", advirtió.

Ante este panorama, Kalindu Rodrigo, otro de los autores, destacó la importancia de "continuar explorando cómo se desarrolla la resistencia en los patógenos y diseñar métodos de diagnóstico y terapéuticos rápidos y precisos", lo que podría salvar millones de vidas cada año.

Descubren que los misteriosos cilios del cerebro pueden controlar nuestra percepción del tiempo

Para comprender la función de los cilios (pequeños 'pelos' dentro del cerebro) se decidió extirpar estas estructuras del cerebro de ratones machos, con el propósito de monitorear los cambios conductuales en los roedores.
Integrantes del equipo científico de la Universidad de California en Irvine, quienes fueron los responsables del hallazgo de la función de los cilios en cuerpo estriado del cerebro de los ratones.Lamees Alhassen / UCI

Un grupo de científicos de la Universidad de California en Irvine reveló este miércoles que las alteraciones en los cilios primarios del cuerpo estriado del cerebro pueden contribuir al deterioro de la percepción del tiempo, una característica presente en numerosos trastornos neuropsiquiátricos, que van desde la esquizofrenia hasta la enfermedad de Huntington.

De acuerdo con los autores de la investigación, publicada en la revista Molecular Neurobiology, casi todas las células cerebrales contienen cilios, unos orgánulos en forma de microtúbulos. No obstante, durante mucho tiempo se desconoció la importancia que tienen estas estructuras celulares en funciones cerebrales de orden superior, como el aprendizaje, la memoria, el pensamiento, la conciencia y el lenguaje.

Esto se debe a que, en estudios que datan de hace un siglo, los cilios eran considerados como organelos vestigiales, ya que se creía que no cumplían con ninguna función biológica en el organismo en el que se encontraban. Pero en investigaciones recientes se demostró que estas estructuras, que se asemejan a pequeñas antenas, tienen la capacidad de detectar y traducir estímulos sensoriales ambientales para generar una respuesta celular adecuada.

Del mismo modo, el cuerpo estriado, que es una estructura del cerebro compuesta por cilios, tiene la función de gestionar la información del entorno para controlar los procesos cognitivos durante la realización de tareas complejas, como la coordinación motora, la planificación y toma de decisiones, entre otras.
Conociendo el papel de los cilios en el cuerpo estriado

Para comprender el aporte fisiológico de los cilios en las funciones del cuerpo estriado, los investigadores decidieron extirpar estos orgánulos del cuerpo estriado dorsal de ratones machos, con el propósito de monitorear sus cambios conductuales. Esto se logró mediante el uso de tecnología de manipulación genética condicional, conocida como 'loxP/Cre', que permitió la eliminación selectiva de la proteína IFT88, que es esencial para la aparición de los cilios en el cuerpo estriado dorsal.

Una vez realizada la extracción de los cilios, los especialistas observaron que los animales no pudieron aprender nuevas tareas motoras, además de haber mostrado un comportamiento motriz repetitivo y retrasos al momento de tomar decisiones. Asimismo, detectaron que los roedores presentaron deficiencias para recordar información sobre su ubicación y orientación espacial, así como en su capacidad para regular información sensorial ambiental insignificante, es decir, un "déficit de percepción y del juicio del tiempo".

"El desempeño exitoso de la memoria de trabajo, la atención, la toma de decisiones y la función ejecutiva requiere un juicio de tiempo exacto y preciso, generalmente dentro de un milisegundo a un minuto", señaló la académica Amal Alachkar, quien agregó que, "cuando esa capacidad se ve afectada, significa perder la capacidad de ajustar rápidamente el comportamiento en respuesta a los cambios en los estímulos externos y no poder mantener las respuestas motoras adecuadas y orientadas a objetivos".

Sin embargo, se identificó que los ratones no presentaron variaciones en su memoria a largo plazo, ni cambio en sus habilidades motoras habituales o que habían sido aprendidas anteriormente. Este experimento demostró la primera evidencia de la función de los cilios en la disfunción dependiente del tiempo, que ha sido detectada en los cuadros clínicos de trastornos psiquiátricos.

"Nuestros hallazgos pueden revolucionar nuestra comprensión de las funciones cerebrales y los trastornos mentales en el contexto de la tarea crítica que realizan estos orgánulos previamente no apreciados en la función del 'reloj central' del cerebro", indicó Alachkar, concluyendo que sus "resultados pueden abrir nuevas vías para una intervención eficaz a través de terapias dirigidas a los cilios para el tratamiento".

El telescopio Hubble capta el "ojo de cerradura cósmico"

Se trata de una nebulosa de reflexión en la constelación de Orión, situada a unos 1.350 años luz de la Tierra.

NASA / ESA Hubble Space Telescope
La Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) publicó este lunes una foto tomada por el telescopio espacial Hubble, un proyecto conjunto en colaboración con la NASA, en la que se observa una nebulosa llamada "ojo de cerradura cósmico" debido a su aspecto.

Se trata de NGC 1999, una nube de polvo que refleja la luz procedente de una o más estrellas cercanas en la constelación de Orión, situada a unos 1.350 años luz de la Tierra.

El fenómeno es, en sí mismo, una reliquia de una formación estelar reciente, o en este caso, un pequeño sistema estelar múltiple conocido como V380 Orionis en la constelación homónima.

Esta imagen fue creada a partir de observaciones de archivo de la Cámara Planetaria y de Gran Angular 2 que datan de poco después de la Misión de Servicio 3A de la ESA en 1999.

En aquel momento, los astrónomos creían que la mancha oscura de NGC 1999 era un fenómeno llamado glóbulo de Bok, una nube densa y fría formada por gas, moléculas y polvo cósmico que oculta la luz de fondo.

Sin embargo, las observaciones de seguimiento realizadas con un conjunto de telescopios, incluido el Observatorio Espacial Herschel de la ESA, revelaron que la mancha oscura, descrita por los científicos como "una niebla que se enrosca alrededor de una farola", es en realidad una región vacía del espacio, cuyo origen todavía se desconoce.

Quimioterapia más segura y específica contra la leucemia

Un equipo dirigido por investigadores de la Universidad de California en Santa Bárbara (Estados Unidos) ha identificado dos compuestos que son más potentes y menos tóxicos que las actuales terapias de quimioterapia contra la leucemia.

Archivo - La sociedad científica señala que este cáncer hematológico no se puede definir como una sola enfermedad y sus síntomas varían según cada tipo. - CIBER/SEHH

Estas moléculas actúan de forma diferente a los tratamientos estándar contra el cáncer y podrían constituir la base de una clase de fármacos totalmente nueva.

Además, los compuestos ya se utilizan para tratar otras enfermedades, lo que reduce drásticame los trámites burocráticos para adaptarlos a la leucemia o incluso para recetarlos fuera de indicación, según explican los científicos en un artículo publicado en la revista científica 'Journal of Medicinal Chemistry'.

Los tratamientos de quimioterapia suelen tener efectos secundarios terribles, y no es ningún secreto que los fármacos implicados suelen ser tóxicos tanto para el paciente como para su cáncer. La idea es que, dado que los cánceres crecen tan rápidamente, la quimioterapia acabe con la enfermedad antes de que sus efectos secundarios maten al paciente. Por eso los científicos y los médicos buscan constantemente terapias más eficaces.

"Nuestro trabajo sobre una enzima que está mutada en los pacientes con leucemia ha permitido descubrir una forma totalmente nueva de regular esta enzima, así como nuevas moléculas que son más eficaces y menos tóxicas para las células humanas", explica Norbert Reich, autor correspondiente del estudio.

Todas las células del cuerpo contienen el mismo ADN, o genoma, pero cada una de ellas utiliza una parte diferente de este plan en función del tipo de célula que sea. Esto permite a las diferentes células llevar a cabo sus funciones especializadas sin dejar de utilizar el mismo manual de instrucciones; básicamente, sólo utilizan diferentes partes del manual. El epigenoma indica a las células cómo utilizar estas instrucciones. Por ejemplo, los marcadores químicos determinan qué partes se leen, dictando el destino real de una célula.

El epigenoma de una célula es copiado y conservado por una enzima (un tipo de proteína) llamada DNMT1. Esta enzima garantiza, por ejemplo, que una célula hepática en división se convierta en dos células hepáticas y no en una célula cerebral.

Sin embargo, incluso en los adultos, algunas células necesitan diferenciarse en tipos de células diferentes a las que eran antes. Por ejemplo, las células madre de la médula ósea son capaces de formar todos los tipos de células sanguíneas, que no se reproducen por sí solas. Esto está controlado por otra enzima, la DNMT3A.

Todo esto está muy bien hasta que algo va mal con la DNMT3A, haciendo que la médula ósea se convierta en células sanguíneas anormales. Este es un acontecimiento primario que conduce a varias formas de leucemia, así como a otros cánceres.

TRATAMIENTOS TÓXICOS

La mayoría de los fármacos contra el cáncer están diseñados para eliminar selectivamente las células cancerosas y dejar tranquilas a las sanas. Pero esto es extremadamente difícil, por lo que muchos de ellos son extremadamente tóxicos.

Los tratamientos actuales contra la leucemia, como la decitabina, se unen al DNMT3A de forma que lo desactivan, frenando así la progresión de la enfermedad. Lo hacen obstruyendo el sitio activo de la enzima (esencialmente, su parte comercial) para impedir que realice su función.

Por desgracia, el sitio activo de la DNMT3A es prácticamente idéntico al de la DNMT1, por lo que el fármaco desactiva la regulación epigenética en todos los 30 o 40 billones de células del paciente. Esto conduce a uno de los mayores cuellos de botella de la industria farmacéutica: la toxicidad fuera del objetivo.

Obstruir el sitio activo de una proteína es una forma directa de desconectarla. Por eso el sitio activo suele ser el primer lugar en el que se fijan los diseñadores de fármacos al diseñar nuevos medicamentos, explicó Reich. Sin embargo, hace unos ocho años decidió investigar compuestos que pudieran unirse a otros sitios en un esfuerzo por evitar los efectos fuera del objetivo.

Mientras el grupo investigaba el DNMT3A, se dio cuenta de algo peculiar. Mientras que la mayoría de estas enzimas relacionadas con la epigenética funcionan por sí solas, la DNMT3A siempre formaba complejos, bien con ella misma o con proteínas asociadas. Estos complejos pueden implicar a más de 60 socios diferentes y, curiosamente, actúan como dispositivos de localización para dirigir la DNMT3A hacia el control de determinados genes.

Los primeros trabajos del laboratorio de Reich demostraron que la alteración del complejo mediante mutaciones no interfería en su capacidad para añadir marcadores químicos al ADN. Sin embargo, el DNMT3A se comportaba de forma diferente cuando estaba solo o en un par simple; no era para quedarse en el ADN y marcar un sitio tras otro, lo que es esencial para su función celular normal.

Por la misma época, realizaron un estudio en profundidad sobre las mutaciones presentes en los pacientes con leucemia. Los autores de ese estudio descubrieron que las mutaciones más frecuentes en los pacientes con leucemia mieloide aguda se encuentran en el gen DNMT3A. El equipo tenía ahora una relación directa entre el DNMT3A y los cambios epigenéticos que conducen a la leucemia mieloide aguda.

Reich y su grupo se interesaron por identificar fármacos que pudieran interferir en la formación de los complejos DNMT3A que se producen en las células cancerosas. Obtuvieron una biblioteca química que contenía 1.500 fármacos previamente estudiados e identificaron dos que interrumpen las interacciones de la DNMT3A con las proteínas asociadas (inhibidores proteínicos, o PPI).

Además, estos dos fármacos no se unen al sitio activo de la proteína, por lo que no afectan al DNMT1 que actúa en todas las demás células del organismo. "Esta selectividad es exactamente lo que esperaba descubrir con los estudiantes en este proyecto", dijo Reich.

Estos fármacos son algo más que un posible avance en el tratamiento de la leucemia. Son una clase de fármacos completamente nueva: inhibidores proteínicos que se dirigen a una parte de la enzima lejos de su sitio activo.

Los dos compuestos que el equipo identificó ya se han utilizado clínicamente para otras enfermedades. Esto elimina muchos de los costes, pruebas y burocracia que conlleva desarrollarlos para convertirlos en terapias contra la leucemia. De hecho, los oncólogos podrían recetar estos fármacos a los pacientes sin necesidad de que estén etiquetados.

Sin embargo, todavía hay que entender más sobre este nuevo enfoque. El equipo quiere saber más sobre cómo los inhibidores de la proteína afectan a los complejos DNMT3A en las células sanas de la médula ósea. También hay que aprender más sobre los efectos a largo plazo de los fármacos. Como los compuestos actúan directamente sobre las enzimas, es posible que no cambien las mutaciones subyacentes que causan el cáncer. Esta advertencia afecta al modo en que los médicos pueden utilizar estos fármacos.

Descubren que los cactus pueden servir como antenas de wifi de banda ancha

El alto contenido de agua de la vegetación provoca múltiples resonancias electromagnéticas, lo que hace posible convertir a plantas en una antena omnidireccional. El hallazgo puede contribuir al desarrollo de dispositivos multifuncionales respetuosos con el medio ambiente.

George Rose - Gettyimages.ru

Aunque se supone que las plantas restringen el rendimiento de los sistemas de transceptores de radiofrecuencia (por eso la señal de wifi se vuelve más débil en los bosques), también pueden actuar como elementos biogénicos eficientes, según un estudio de un equipo internacional de científicos del Instituto de Física y Tecnología de Moscú (MFTI, por sus siglas en ruso) y la Universidad de Tel Aviv.

La investigación, publicada en AIP Publishing, determinó que las plantas no solo pueden limitar las señales, sino que, debido a su alta concentración de agua, actúan asimismo como elementos de una antena resonante dieléctrica que refuerza el campo electromagnético de los objetos.

El estudio se centró en investigar las capacidades del cactus 'Opuntia ficus-indica' para servir como un dispositivo de antena eficiente, que podría personalizarse y contribuir a varias aplicaciones de las tecnologías inalámbricas WLAN y Wi-MAX cubriendo una banda de frecuencias ultraancha.

"Al comienzo del proyecto nos enfrentamos al menos a dos tareas: aumentar la cosecha utilizando las propiedades electrodinámicas de las plantas y utilizar las características electrodinámicas estudiadas para mejorar la conectividad wifi en áreas forestales", explicó Dmitri Filónov, jefe de laboratorio del Centro de Fotónica y Materiales Bidimensionales del MFTI, en una nota publicada este martes por la revista Za Nauku.

"Para ello, era necesario comprender qué cadenas y enlaces alineaban los líquidos en los capilares de las plantas. Un sistema vivo tiene diferentes parámetros electrodinámicos. Al estudiarlos mediante un análisis de microondas, monitoreamos la dinámica del crecimiento de las plantas y podemos planificar un cuidado competente y oportuno", agregó.

Experimento para determinar la constante dieléctrica
de un cactus.Abhinav Jain, Dmytro Vovchuk,
Roman E. Noskov, Eran Socher, Pavel Ginzburg -
CC BY 4.0
"Habiendo estudiado la estructura electromagnética, queríamos resolver el problema inverso: utilizar el sistema no con fines de absorción, sino con fines de radiación, y en ese momento surgió una antena de un cactus. Se ha convertido en una verdadera prueba de todas nuestras hipótesis: sabemos cómo se organiza una planta desde el punto de vista de la electrodinámica, cómo puede influir en las señales y cómo se puede utilizar para la radiación", resumió el científico.

El alto contenido de agua dentro de la vegetación provoca múltiples resonancias de Mie, que son efectos de reforzamiento del campo electromagnético de los objetos.

Los tallos del cactus estudiado por los investigadores tienen casi un 75-85 % de agua, lo que hizo posible usar a la planta como una antena omnidireccional de banda ancha natural que opera en varias bandas de comunicación wifi desde 900 MHz hasta 7,7 GHz.

Los científicos describieron matemáticamente cómo se organizan las resonancias del tallo, le conectaron una fuente y el cactus comenzó a generar radiación electromagnética. Los científicos explican que eligieron el 'Opuntia ficus-indica' para la investigación por la sencilla razón de que es muy común en Israel. Además, a menudo se encuentra en zonas áridas y desérticas, donde establecer una conexión inalámbrica es una tarea difícil.

La investigación adicional sobre las plantas como elementos electromagnéticos funcionales puede ayudar al desarrollo de dispositivos multifuncionales respetuosos con el medio ambiente y de otras tecnologías verdes, concluyeron los autores del trabajo.

El hígado humano no envejece

Este órgano se regenera tras sufrir daños, pero un nuevo estudio ha indagado en si esta capacidad merma con la edad.

Células del hígado con sus núcleos. Las flechas amarillas señalan si tienen dos o más conjuntos de cromosomas, característica que predice la división de estas. Universidad Técnica de Dresde

La capacidad regenerativa del hígado humano es conocida desde hace años, pero un nuevo estudio, publicado en la revista Cell Systems el 31 de mayo, muestra que la edad no merma esta capacidad de regeneración. Tenga la persona 20 u 80 años, para el hígado no pasa el tiempo y siempre tiene unos tres años.

Debido a su función de desintoxicación del cuerpo, este órgano se expone a distintas toxinas y corre el riesgo de ser dañado. Ante este peligro, las células hepáticas nuevas relevan a las 'viejas', pero los estudios con animales no permitieron esclarecer si esta renovación es igual de eficaz en la vejez que en la juventud, sostiene un comunicado de la Universidad Técnica de Dresde (Alemania), que lideró la investigación.

"Algunos estudios apuntaron la posibilidad de que las células hepáticas tengan una vida prolongada, mientras que otros mostraron una rotación constante", comentó el fisiólogo Olaf Bergmann, autor del correspondiente estudio. "Nos quedó claro que si queríamos saber qué sucede en los humanos, deberíamos encontrar una manera de evaluar directamente la edad de las células hepáticas humanas".

Este planteamiento científico llevó al equipo a medir la presencia de radiocarbono en los tejidos hepáticos de 33 personas fallecidas que tenían entre 20 y 84 años en el momento de su muerte. Fue una tarea compleja. No se trataba de la habitual datación por radiocarbono, que es clave en muchos estudios arqueológicos, sino que para esta investigación científica tuvieron que medir el tiempo transcurrido desde la época en que se hacían pruebas con armas nucleares de forma activa en la superficie terrestre, básicamente la década de 1950.

Esto tiene una explicación. Cuando las bombas nucleares fueron detonadas, grandes cantidades de radiocarbono se soltaron a la atmósfera y posteriormente fueron absorbidas por plantas y animales en su propio ADN. Después de que se prohibieran, en 1963, los ensayos nucleares en la superficie terrestre, los niveles atmosféricos de radiocarbono fueron disminuyendo año tras año, con lo que su nivel en las células de los organismos vivos también se redujo.

Se trata de unas cantidades insignificantes y no dañinas del isótopo radiactivo, afirmó Bergmann, pero son detectables y se pueden medir con muestras de tejido. "Al comparar los valores con los niveles de radiocarbono atmosférico, podemos establecer retrospectivamente la edad de las células", explicó el investigador.

De esta manera, se estableció que el hígado tenía siempre la misma edad, un poco menos de tres años de promedio en todos los cadáveres sometidos al estudio, independientemente de la edad de cada persona.

Sin embargo, no todas las células de cada hígado eran tan jóvenes porque, mientras que algunas se regeneraban aproximadamente cada año, otras podían vivir hasta 10 años antes de renovarse.

Una ciudad de 3.400 años de antigüedad permaneció 40 años sumergida en un río

Vista aérea de las excavaciones en Kemune, Irak. Eberhard Karls Universität -Tübingen.

Un grupo internacional de arqueólogos informó del descubrimiento de un asentamiento urbano de 3.400 años de antigüedad, que se localiza en el sitio arqueológico de Kemune, al norte de Irak, según comunicó la Universidad de Tubinga (Alemania).

De acuerdo con los investigadores, el reciente hallazgo podría ser la antigua ciudad de Zakhiku, perteneciente a la era del imperio Mittani, que existió aproximadamente entre los años 1550 al 1350 a. C.

La reaparición de la antigua ciudad ocurrió a principios de este año, cuando disminuyeron los niveles del embalse de la presa de Mosul, que se ubica en el río Tigris, debido a la extrema sequía que afecta al país. Este repentino evento obligó a los arqueólogos a realizar excavaciones con el propósito de documentar y mapear las partes más importantes de la urbe antes de que volviera a quedar nuevamente bajo las aguas.

Eberhard Karls Universität -Tübingen
Una ciudad que permaneció cubierta 40 años por el agua

Durante la exploración se encontró un palacio, que se documentó previamente en el 2018, además de otros edificios, que incluyen una fortificación masiva, así como un enorme almacén de varios pisos y un complejo industrial.

Ivana Puljiz, arqueóloga de la Universidad de Friburgo, comentó que el monumental edificio de almacenamiento era "de particular importancia", ya que debió contener "enormes cantidades de mercancías, probablemente traídas de toda la región".

A pesar de que las paredes, que estaban construidas de ladrillos de barro, permanecieron alrededor de 40 años sumergidas, aún se encuentran en buen estado. Los especialistas creen que esta condición se debe a que las partes superiores de las murallas de la ciudad se derrumbaron durante un terremoto ocurrido en el 1350 a. C., enterrando los edificios.

Eberhard Karls Universität -Tübingen
Mientras se llevaba a cabo la excavación, se encontraron cinco vasijas de cerámica que contenían más de 100 tabillas de arcilla con escritura cuneiforme, que datan del período asirio medio. Se piensa que algunas tablillas pudieran tratarse de cartas, ya que aún se encontraban en sus sobres de arcilla.

Los arqueólogos esperan que el descubrimiento de estos objetos ofrezca información relevante sobre el final de la ciudad del período Mittani y el comienzo del dominio asirio en la zona.

El barbasco y el desarrollo de la píldora anticonceptiva

Así se convirtió México en una potencia en la producción de hormonas esteroides

José Beltrán.- En las primeras décadas del siglo XX, los campesinos mexicanos recogían un tubérculo silvestre que terminaría por modificar la historia de la ciencia moderna.

Imagen ilustrativa del barbasco - Shutterstock

En las primeras décadas del siglo XX, en las selvas del sur de México los campesinos encontraron en abundancia el barbasco, un tubérculo que cambió la historia global de las hormonas esteroides sintéticas y que marcó el inicio de la fabricación de la píldora anticonceptiva oral.

Entre los campesinos mexicanos que recogían esta dioscorea siempre existieron mitos sobre el uso que podría tener. Algunos aseguraban que era utilizado para la fabricación del jabón Fab. Pero para los trabajadores del campo era muy pronto para saber que esta planta cambiaría el curso de la medicina moderna.

Inicios

A principios del siglo XX, se buscaban extraer sustancias de vegetales o animales para reproducir las hormonas que, hasta ese momento, se hallaban solo fuera del cuerpo humano.

Las compañías farmacéuticas comenzaron a trabajar en el colesterol de la médula espinal del ganado para sintetizar las hormonas sexuales. Para 1929, los científicos aislaron las hormonas sexuales femeninas a partir de la orina de mujeres embarazadas, y para 1931, extrajeron las hormonas masculinas con la orina de los hombres, según explica la historiadora de Harvard, la mexicana Gabriela Soto Laveaga, en su libro 'Laboratorios en la selva: Campesinos mexicanos, proyectos nacionales y la creación de la píldora anticonceptiva'.

Producción de hormonas

Poco después, las hormonas comenzaron a ser utilizadas para los trastornos premenstruales, mientras que para finales de 1920, se anunciaron como remedio para la menopausia, infertilidad y problemas en los órganos genitales. En los primeros años de la década de 1930, los médicos afirmaban que la insuficiencia de progesterona (la hormona sexual que segrega el ovario femenino) podría tener como desenlace los "abortos habituales".

Trabajadores extienden con rastrillo la raíz de barbasco
triturada que será utilizada por SyntexMediateca.
Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH)

Con esto en mente, el químico estadounidense Russell Marker intentó "replicar las hormonas animales a partir de materiales vegetales", porque deducía que los esteroles que estaban presentes en las liliales (como el lirio o el espárrago) o dioscoreas (yuca, maguey o barbasco) "eran la solución a la escasez en la producción de hormonas", según explica Soto Laveaga en su libro.

Así, el científico puso todos sus esfuerzos en trabajar en el compuesto orgánico conocido como sapogenina, presente en la raíz de la zarzaparrilla. A partir de la separación de la cadena lateral de la sapogenina —en un proceso que después sería conocido como "degradación de Marker"—, el químico llegó a obtener progesterona.

Con este logro, otras hormonas podrían obtenerse a partir del proceso químico de la mencionada raíz. Pero Marker continuó su investigación en EE.UU. y en México con la intención de encontrar otras plantas que tuviesen mayores cantidades de sapogenina. En particular, el químico estadounidense buscaba extraer diosgenina y ahí es cuando se enteró de un gran tubérculo (dioscorea) que crecía en el sur de México.

A su regreso a EE.UU., Marker llevó su ejemplar del tubérculo toreta, cortó la raíz y aisló la diosgenina. Así, el químico logró "sintetizar más progesterona de la que se había sintetizado antes". Después, se acercó a varios laboratorios en busca de financiamiento y finalmente fue aceptado en una nueva compañía mexicana, Syntex, que estaría dedicada a la industrialización y producción de progesterona teniendo como principal materia prima el barbasco.

Primera píldora anticonceptiva

Tras la salida de Marker, el joven científico mexicano Luis Ernesto Miramontes comenzó a hacer investigación en Syntex.

Luis Ernesto Miramontes -derecha- le muestra la planta
barbasco a un empresario de SyntexMediateca.
Instituto Nacional de Antropología e Historia -INAH-

La historiadora Soto Laveaga apunta que Miramontes era "muy bueno para encontrar soluciones". "Es decir, le podían dar una sustancia y le decían: '¿qué es lo qué se encuentra aquí o cómo podemos derivar equis de esta sustancia?'", explica la académica de Harvard en entrevista con RT.

Con esta particularidad, a Miramontes se le encargó una complicada misión: encontrar la manera de parar los abortos naturales que sufrían muchas mujeres. A sus 26 años, Miramontes logró sintetizar la noretindrona, que terminó por convertirse en el ingrediente activo (antiovulatorio) de la primer píldora anticonceptiva oral.

De acuerdo con Soto Laveaga, el descubrimiento de Miramontes impulsó "a la compañía Syntex realmente a un nivel estratosférico en cuestión de ganancias, de lucro, de conocimiento". Además, convirtió a México durante varias décadas en un importante "centro de conocimiento de hormonas esteroides".

"Venían de todo el mundo a hacer Congresos, simposios, para aprender, porque aquí es donde estaba el barbasco. Si tienes la materia, el recurso, puedes hacer un sinfín de experimentos, y es por eso que Syntex lograba hacer tantos", explica la académica a este medio.

Hacia finales de la década de 1950, México producía casi 90 % de las hormonas esteroides del mundo y monopolizó esta producción hasta 1960.

Raíz de barbasco o cabeza de negro en el almacén de
los Laboratorios Syntex S. A.
Mediateca Instituto Nacional de Antropología 2e Historia -NAH-
Buena parte del éxito de México radicaba en el conocimiento práctico de cerca de 100.000 campesinos mexicanos que recolectaban el barbasco. Por su parte, las compañías farmacéuticas transnacionales también se aprovecharon de la económica mano de obra del país latinoamericano.

Control de la industria

El Gobierno mexicano intentó "controlar la industria del barbasco", explica Soto Laveaga. Por ello, anunció la creación de la Comisión de Estudios sobre la Ecología de las Dioscoreas, un organismo que sería financiado por las compañías transnacionales.

"Hubo una generación de biólogos, botánicos y químicos que se entrenaron utilizando el dinero que se salía del barbasco. Pagaban las compañías farmacéuticas una cuota al Gobierno mexicano y de este dinero había investigación", cuenta Soto Laveaga.

En el sexenio de Luis Echeverría (1970-1976) se anunció la creación de Proquivemex, que tendría como principal encargo fabricar hormonas esteroides nacionales y producir medicamentos de patente con la misión de otorgar independencia farmacéutica a México.

Pero cuando Echeverría intentó proteger el barbasco y la producción masiva de hormonas esteroides, ya era muy tarde.

"Las grandes industrias farmacéuticas europeas y de EE.UU. ya han encontrado otros sintéticos, no dependen del barbasco, pero lo siguen usando porque es muy barata la mano de obra mexicana", apunta la historiadora de Harvard.

Aunque las miradas usualmente se centran en algunos científicos o laboratorios, Soto Laveaga reflexiona que, sin los campesinos mexicanos, posiblemente no hubiese existido el auge por el barbasco y el posterior desarrollo de una industria de hormonas esteroides.

"Sin campesinos, no hubiera habido este auge. (Creo) 100 % que sin los campesinos, la píldora anticonceptiva, la cortisona, se hubieran descubierto, pero hubiera sido mucho después", concluye la historiadora.

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